Considero que los resultados electorales de este domingo más que una Francia dividida, lo que también expresa es un enorme voto de descontento contra Sarkozy (contra la crisis y contra cómo el gobierno está gestionando la crisis). En definitiva es similar a lo que ha pasado en el resto de Europa con el resto de gobiernos, y en ese sentido Francia no es una excepción: Sarkozy sería el primer gobierno que no es tumbado por la crisis en caso de que gane la segunda vuelta el 6 de mayo.
No obstante, ese voto “contra Sarkozy” se ha expresado de muy diversas formas: haciendo ganar a Hollande, pero también yendo a parar a la extrema derecha antisistema (y anti-Sarkozy), y a la extrema izquierda (con el 13-14% de los votos si se suman las candidaturas del Frente de Izquierdas+NPA+LO). Creo que Francia no está tanto dividida, sino en contra de Nicolas Sarkozy.
Y eso es precisamente lo que vamos a ver en la segunda vuelta: toda la izquierda (PS, pero también todas las fuerzas a su izquierda, como el Frente de Izquierdas, NPA, LO, y Los verdes) van a llamar (o lo han hecho ya) a apoyar a Hollande (en realidad la fórmula que utilizan es “votar para derrotar a Sarkozy”).
Sin embargo, y a pesar de que el discurso del presidente esté intentando endurecerse, será muy complicado que los votantes del Frente Nacional apoyen a Sarkozy masivamente (Marie Le Pen ya ha llamado a la abstención). Todo hace presagiar que la oposición de todos los partidos al mandatario (salvo previsiblemente el centrista de Bayrou) hará que gane Hollande (o bien por la abstención o bien por el “voto contra” Sarkozy).