El Telégrafo
Ecuador / Domingo, 07 de Septiembre de 2025

En una movilización llamada ‘Marcha de las Frazadas’,  convocada por la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), miles de argentinos protestaron la noche del miércoles por el alza en las tarifas en los servicios de electricidad, el gas y el agua.

La CTA, que conduce Pablo Michelli, convocó a “un frazadazo nacional” en rechazo a los fuertes aumentos en los servicios públicos. Se sumaron miembros de numerosas organizaciones políticas, sociales y populares quienes acudieron envueltos en frazadas y con velas en las manos.

La principal manifestación se realizó en Buenos Aires desde la avenida Callao por toda la avenida Corrientes hasta el Obelisco, donde realizaron un acto en el que Michelli y varios de los convocantes se dirigieron a la concentración.

Durante la protesta también se leyó un comunicado de condena a los aumentos de luz, gas, agua, y otros impuestos que atacan la economía de los más pobres. Además prometieron seguir con las movilizaciones “hasta que el gobierno dé marcha atrás en estas medidas antipopulares”.

En otras ciudades de Argentina gremios afiliados a la CTA también protagonizaron esta singular manifestación.

Previo a la marcha, los dirigentes del gremio de la energía, José Rigane y Héctor Polino, expresaron su preocupación por las consecuencias del “tarifazo y el ajuste, en un país que, sin duda, puede gozar de soberanía energética absoluta sin ese tipo de medidas”.

Luego de que por decreto el gobierno del presidente Mauricio Macri implementó las alzas, en algunas ciudades las facturas llegaron con astronómicos aumentos de hasta 2.200%, afectando a particulares, comercios, pequeñas y medianas empresas y productores.

El rechazo fue tan generalizado que el Ejecutivo optó entonces por dar un poco marcha atrás en su intención y estipuló que el incremento fuera del 400%, pero aun así los onerosos cobros representan pesadas cargas para las familias.

Para ejemplificar la difícil situación de ese país, Michelli señaló que con las alzas de luz, ahora un padre de familia, con un trabajo precario, decidirá entre pagar los servicios públicos o la escuela de sus hijos. (I)