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Verdugo de Foley lideraría grupo de yihadistas británicos
La policía y servicios de seguridad e inteligencia del Reino Unido están tratando de identificar al supuesto yihadista británico que aparece en el video de la decapitación del periodista estadounidense James Foley, informó la BBC. A la tarea se ha sumado también el FBI.
El propio primer ministro del Reino Unido, David Cameron, admitió el miércoles que hay muchos datos que apuntan a que el verdugo de Foley sería un ciudadano británico. Los informes no confirmados señalan que, por su acento, sería de Londres o del sureste del país.
El diario británico The Guardian, citando a un exrehén, afirmó que el sujeto que se cree está involucrado en el asesinato de Foley se hace llamar "John" y lidera un grupo de 3 yihadistas británicos a los que sus cautivos apodan The Beatles (los otros dos se hacían llamar "Paul" y "Ringo"). Su función sería custodiar a los cautivos occidentales en la ciudad siria de Raqqa.
El exrehén describió a "John" como inteligente, educado y un devoto creyente en las enseñanzas islámicas radicales. Se cree que viajó a Siria en los pasados tres años.
El Gobierno de Londres estima que "John" podría ser uno de los 500 yihadistas que huyeron de Gran Bretaña para unirse a los combates en Siria e Irak y que se han ido radicalizando aún más con el tiempo.
Un yihadista del Estado Islámico (EI) subió el martes a YouTube las imágenes sobre el brutal asesinato del periodista Foley, quien permanecía secuestrado desde 2012. Ayer la Casa Blanca y el FBI consideraron que el video es auténtico.
Los extremistas dijeron que la decapitación era una represalia por los bombardeos que inició, el 8 de agosto, la aviación estadounidense a sus posiciones en Irak. El miércoles se realizaron nuevos ataques.
El Pentágono reveló hoy que fuerzas estadounidenses efectuaron "recientemente" una operación para rescatar a los rehenes estadounidenses en manos del Estado Islámico en Siria, pero fracasaron.
Hambre de gloria lleva a los jóvenes británicos a la yihad
El asesinato de Foley ha sumido al Reino Unido en una reflexión sobre cómo acabó exportando yihadistas a Siria e Irak, a las filas de la organización Estado Islámico, y qué ocurrirá cuando éstos vuelvan a casa.
Los expertos consultados por la agencia AFP destacan que a los típicos sentimientos adolescentes hay que sumarles que se trata de jóvenes de la segunda o tercera generación de familias inmigrantes y que las perspectivas de mejora no son tan fuertes como las de sus padres, algo que contrasta con la aventura que ofrece la yihad.
"Como generación, este es un grupo que no tendrá tanto éxito como sus padres", explicó Erin Marie Saltman, una analista de Quilliam, una organización que estudia los movimientos radicales.
"Es un grupo que pasa malos momentos, especialmente en un mundo globalizado en el que se supone que las identidades son cada vez más fluidas" y cuentan menos.
"Algunos prefieren las estructuras y son más vulnerables a los grupos que prometen el martirio, en el que te conviertes en una figura épica, parte de un proyecto para salvar al mundo".
Un antiguo responsable de antiterrorismo del MI6, la agencia británica de espionaje en el extranjero, Richard Barrett, dijo en junio a la BBC que el número de británicos que han ido a Siria e Irak "podría ser de unos 500 ahora".
Barrett hizo estas declaraciones tras la difusión de un vídeo de Estado Islámico solicitando voluntarios y que estaba protagonizado por varios jóvenes británicos.
"El problema es que no sabemos quiénes vuelven con la intención de retomar sus viejas vidas y quiénes vuelven muy radicalizados", explicó entonces.
El mito del martirio
Afzal Ashraf, experta en ideologías terroristas del Royal United Services Institute (RUSI), dijo que entre los yihadistas hay "un número significativo de pandilleros y delincuentes que se convirtieron a la fe y se radicalizaron en la cárcel".
Simultáneamente, la cólera por los acontecimientos que rodean a los musulmanes en el mundo también juega un papel.
Ashraf minimizó la amenaza que supone su regreso porque, de hecho, muchos están seducidos "por la narrativa mítica del martirio" y no tienen ningunas ganas de volver.
Que el asesino de Foley sea un inglés no significa que los británicos sean más salvajes que el resto, dijo Erin Marie Saltman, sino que se les usa para propaganda. "Fue una decisión deliberada, una víctima estadounidense y un yihadista británico. Cuando vemos a un individuo criado en lo que consideramos una sociedad democrática civilizada, nos impacta más".
La normalidad de los yihadistas potenciales quedó en evidencia recientemente cuando Muhammad Hamidur Rahman, de 25 años, antiguo empleado de la cadena de tiendas de ropa Primark, murió al servicio del Estado Islámico.
Estos jóvenes, como cualquier otro, vuelcan sus experiencias en las redes sociales, como Madhi Hassan, de 19 años, que difundió una foto con un pote de Nutella, la crema de chocolate, para convencer a los voluntarios potenciales de que no les faltará de nada.
Abdel-Majed Abdel Bary, de Londres, recientemente difundió una foto con la cabeza de una víctima y un chiste: "relajándome con mi colega, o lo que queda de él".
Hasta ahora 69 sospechosos de haber participado en el conflicto sirio han sido detenidos a su regreso al Reino Unido.
El primer ministro Cameron explicó ayer que se retira el pasaporte a las personas sospechosas de tener intención de viajar para unirse a grupos extremistas, una medida que se ha aplicado en 23 ocasiones este año.