Unicef pide $3.100 millones para crisis humanitarias
Los conflictos en Siria y la República Centroafricana, la irrupción de la violencia en Sudán del Sur, el brote del ébola en África Occidental, la resaca del tifón Haiyán en Filipinas. Las crisis humanitarias en 2014 alcanzaron un nivel sin precedentes en la historia, una situación que no tiene visos de mejorar en el presente año con los choques en Ucrania e Irak y el incremento de la escalada de tensión en la Franja de Gaza.
Por este motivo, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lanza un SOS y pone en marcha en el mundo su mayor llamamiento de emergencias en la historia de la organización. Se necesitan $ 3.100 millones para atender a 62 millones de niños que se encuentran en situación de riesgo en distintas crisis humanitarias en el mundo. Esta cantidad supone $ 1.000 millones más con respecto a las necesidades de financiación del año anterior de la Unicef.
“Acabo de regresar de Siria y Líbano, donde millones de niños han visto cómo se desgarraban sus vidas”, manifestó Afshan Khan, directora de programas de emergencia de la Unicef. “Este llamamiento contribuirá a garantizar un futuro no solamente para los niños de Siria, sino para todos los niños del mundo que sufren las consecuencias de las crisis humanitarias”, añadió.
Uno de cada 10 niños del mundo -que en números absolutos representan 230 millones- vive actualmente en países y zonas afectadas por conflictos armados.
La Unicef quiere ayudar a 98 millones de personas, de las cuales las dos terceras partes son niños, en 71 países distintos. La mayor parte del dinero solicitado, $ 903 millones, será destinado a Siria y sus alrededores.
En enero de 2014, la Unicef pidió $ 2.100 millones para la misma causa, de los cuales recibió un 52%.
10.000 niños son huérfanos tras el virus del ébola
Asimismo, la Unicef pide $ 500 millones para acelerar sus labores en el corazón de las comunidades afectadas por el ébola.
La agencia humanitaria de las Naciones Unidas ha identificado en Guinea Conakri, Liberia y Sierra Leona, los tres países más afectados por la epidemia, a 10.000 niños que se quedaron sin uno o ambos padres y otros 6.000 que perdieron a la persona que los cuidaban (y que no era uno de sus progenitores) antes de la epidemia.