Ninguna ley es permisible bajo la Constitución, que indica que solo el Gobierno Federal se encargará de asuntos migratorios para el país.
Sería una ridiculez y una confusión inevitable que a cada Estado le sea permitido crear o aprobar su propia ley migratoria, tendríamos entonces 50 diferentes leyes y esto sería un caos.
Considero que la SB1070 en sí es un acto de desesperación por parte de Estados como Arizona para tratar de responder a la crisis humanitaria que hay debido a los más de 11 millones de indocumentados que viven en este país.
Pero esta norma no ayuda a resolver el problema, al contrario, perjudica y está obligando a muchas familias a irse del Estado.
El problema ahora es que se haya llegado al punto de que sea la Corte Suprema la que decida sobre los cuatro puntos controversiales y que se prevé resuelva en dos o tres meses.
Aunque esta corte es sumamente activista, es también conservadora y no borramos la idea de que pueda enviar un mensaje político al mandatario y a la nación de que leyes como las de Arizona están correctas. Esto sería negro para Estados Unidos. Sin embargo, estamos cautelosamente optimistas de que no ocurra. DAE