El Telégrafo
Ecuador / Sábado, 23 de Agosto de 2025

Los efectos de la nueva tecnología digital y el abandono de los residentes británicos a pagar la licencia televisiva que financia la BBC han forzado a la cadena nacional británica a un ajuste de su planta de trabajadores.

Al menos 1.000 puestos serán eliminados, ante un agujero presupuestario de 150 millones de libras esterlinas ($ 234 millones) en el ejercicio 2016-2017.

Fue el director general Tony Hall, quien anunció ayer las medidas cuando ‘Auntie’ (tía), como llaman los británicos a la institución británica de su vida diaria, comenzó a recibir críticas ante un crecimiento desmesurado de su gestión administrativa y ser más burocrática que un organismo internacional como el FMI. El director general considera que estos recortes significarán un ahorro de 50 millones de libras esterlinas al año ($ 78 millones). (I)