El islamista Mohamed Mursi juró ayer simbólicamente como presidente de Egipto, “elegido por la voluntad popular”, ante decenas de miles de personas en la plaza Tahrir de El Cairo, donde advirtió a la Junta Militar que no renunciará a las prerrogativas de jefe de Estado.
“Juro por Dios, que es grande, preservar con lealtad el sistema republicano, respetar la Constitución y la ley, tener en consideración los intereses del pueblo de manera total y preservar la independencia de la patria, su integridad y su territorio”, agregó Mursi desde un estrado en Tahrir ante sus seguidores.
Se espera que el islamista, que ganó las elecciones con casi el 52% de los votos, jure hoy el cargo de presidente ante el Tribunal Constitucional, pero antes de hacerlo y arropado por decenas de miles de congregados en la plaza, Mursi quiso lanzar ayer una advertencia a la junta militar que gobierna el país desde el derrocamiento de Hosni Mubarak en febrero de 2011, tras protestas populares.
“La revolución todavía continúa en Egipto y hoy día se concreta con la ascensión de un presidente elegido por voluntad popular”, señaló.