El Telégrafo
Ecuador / Jueves, 28 de Agosto de 2025

Cientos de migrantes seguían pasando este domingo desde Serbia a Hungría, pese a la valla levantada por el ejército, mientras varios dirigentes europeos instaban a actuar frente la crisis, tras la tragedia del camión abandonado en Austria.

El primer ministro francés y los jefes de la diplomacia de Francia e Italia pidieron actuar rápidamente para la concesión del derecho de asilo a los refugiados, mientras Berlín, Londres y París solicitaban una reunión ministerial en las dos próximas semanas "para avanzar de forma concreta" ante la crisis migratoria.

En un comunicado conjunto, la ministra del Interior británica, Theresa May, y sus homólogos francés y alemán, Bernard Cazeneuve y Thomas de Maiziere, recordaron "la urgencia de instaurar, a más tardar a finales de año" unos "hot spots" -centros en los que se distinguen los refugiados de los migrantes económicos clandestinos-, en Grecia y en Italia.

Los tres ministros también exigieron la elaboración de una "lista de los países de origen seguro" para "completar el régimen de asilo europeo común, proteger a los refugiados y garantizar la efectividad del regreso de los migrantes ilegales a sus países".

Italia convertirá la obtención de un derecho de asilo europeo en la "batalla de los próximos meses", afirmó este domingo el primer ministro Matteo Renzi.

"Europa tiene que dejar de conmoverse y empezar a moverse. Debemos elegir de una vez (...) tener una política de inmigración europea, con un derecho de asilo europeo", declaró en una entrevista para el diario italiano Corriere della Sera.

Los migrantes que "huyen de la guerra, las persecuciones, la tortura, las opresiones, deben ser acogidos", abundó este domingo el primer ministro francés, Manuel Valls.

"Cada demanda de asilo se debe examinar rápidamente", añadió Valls en un discurso en La Rochelle (oeste). Los "migrantes deben ser tratados dignamente, cobijados, cuidados".

El ministro francés de Relaciones Exteriores Laurent Fabius consideró, por su parte, "inadmisible" la actitud de algunos países de Europa del este ante la crisis de refugiados.

El papa Francisco denunció la muerte de los 71 migrantes -probablemente sirios- descubiertos en un camión abandonado en una autopista del este de Austria y pidió "una cooperación eficaz" contra "crímenes que ofenden a la humanidad entera".

Jirones de ropa en la alambrada 

Entretanto, cientos de migrantes seguían cruzando este domingo desde Serbia a Hungría, a pesar de que las autoridades húngaras completaron la instalación de una valla de 175 kilómetros en la frontera.

Cerca de 200 personas cruzaron la frontera al amanecer, según un periodista de la AFP, y otros migrantes siguieron sus pasos durante el resto de la mañana.

La policía indicó que 3.080 refugiados entraron a Hungría el sábado.

Este domingo, pocos se deslizaban por debajo de la alambrada en la que se podían ver jirones de ropa. La mayoría pasaba por la vía férrea donde no se levantó ninguna valla y por donde los trenes pasan muy lentos.

Las autoridades húngaras instalaron tiendas de campaña, baños móviles y contenedores de basura para los migrantes. A su llegada se les conduce a un campo de registro para refugiados.

También se podían ver miembros de las fuerzas especiales de la policía bordeando los campos con sus pastores alemanes.

"Vengo de Siria y llevo un mes en la carretera", explicaba un migrante que preguntaba dónde estaba la frontera de Hungría, sin saber que acababa de cruzarla por la vía de tren.

Por otra parte, en Budapest, la policía detuvo a un quinto sospechoso, un búlgaro, en el marco de la investigación sobre el camión abandonado en Austria, anunciaron este domingo las autoridades.

Cuatro hombres -tres búlgaros y un afgano- habían sido detenidos el viernes y la justicia los acusa de ser los "pequeños ejecutores" de una banda de tráfico de seres humanos.(I)