El hijo de la presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, renunció el viernes a la gestión de la obra sociocultural del gobierno chileno, tras un escándalo por un crédito otorgado a su esposa y que le valió acusaciones desde la oposición.
"Entiendo el malestar que ha generado esta situación y asumo que el perjuicio provocado ha dañado a la presidenta de la República y al gobierno de Chile", dijo Dávalos en una declaración pública de renuncia desde el palacio de La Moneda.
"No me queda más que pedir humildemente perdón por este amargo momento", agregó el hijo de la mandataria, quien negó categóricamente haber cometido "ilícito alguno", pero no se refirió directamente a los negocios de su esposa
Dávalos gestionaba siete fundaciones sociales, un cargo de confianza tradicionalmente ejercido por la Primera Dama y por el cual no recibía ninguna remuneración.
La derecha opositora acusó a Dávalos de "tráfico de influencias", por haber asistido a una reunión de su esposa con un alto cargo del Banco de Chile en noviembre de 2013 con el fin de obtener un crédito de unos 10 millones de dólares.
La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), ente regulador bancario, descartó irregularidades en la entrega del polémico préstamo tras analizar la operación.
Con el dinero, la empresa de la esposa de Dávalos adquirió unos terrenos en Machalí (centro), que tras una recalificación urbanística fueron destinados a la construcción inmobiliaria, y que vendió esta semana por un valor muy superior al original.
El portavoz del gobierno, José Antonio Gómez, reconoció el gesto de Dávalos, y enfatizó que en la operación empresarial en cuestión no hubo "ningún ribete de ilicitud, no existe ninguna información privilegiada, ningún recurso público involucrado".
La empresa Caval, de la que la nuera de Bachelet participa en un 50%, había solicitado el mismo crédito sin éxito a otras instituciones bancarias.