40 mil haitianos abandonan R. Dominicana
“No me puedo quedar más”, dijo Miguelle Saint Juste, un albañil haitiano de 28 años, mientras junto a su esposa Simonne y sus hijas de 4, 3 y 2 años esperaba en Santo Domingo un vehículo provisto por el Gobierno dominicano para llevar a la frontera a quienes quisieran ser repatriados voluntariamente.
Pese a haberse inscrito en el programa para legalizar su estatus, Saint Juste decidió regresar a Haití porque es consciente de que no podrá reunir todos los documentos en el plazo previsto. “Es difícil, se gasta mucho dinero y no se consigue papeles”, explica mientras carga hacia el auto uno por uno los siete bultos y una televisión que conforman su mudanza.
Según la Dirección de Migración dominicana, casi 40.000 personas han salido de ese país hacia Haití luego de que el Gobierno dominicano concluyera el 17 de junio las inscripciones del denominado plan de regularización para que todos los extranjeros sin permiso migratorio legalizaran su estatus o, de lo contrario, abandonaran el país.
Al término del plan, que duró un año, 288.500 personas se habían inscrito de los cerca de 524.000 extranjeros que se estima viven en el país sin permiso migratorio, en su mayoría haitianos.
El presidente dominicano, Danilo Medina, anunció esta semana que antes de comenzar a deportar extranjeros sin papeles su gobierno pretende completar la documentación de quienes se acogieron al plan de regularización, cuyas inscripciones terminaron el l7 de junio.
El Mandatario “no quiere que se cometa el error de que una persona que se regularizó, porque no tenga el documento, corra el riesgo de irse del país de manera involuntaria”, dijo al ser interrogado por un grupo de periodistas sobre un aplazamiento del inicio de las deportaciones.
Aunque Haití ha denunciado deportaciones masivas, el Gobierno dominicano sostiene que solo facilitó transporte a 12.000 haitianos que regresaban a su país de forma voluntaria, porque no lograron acogerse al plan de regularización.
Medina explicó que a quienes califiquen para la residencia, de los 288.500 que se registraron, las autoridades les colocarán un cintillo de visado, si se inscribieron con sus pasaportes, o les entregarán carnés, si lo hicieron con cédulas o actas de nacimiento de sus países de origen.
Sin embargo, miles de personas nacidas en Haití o de ascendencia haitiana no están esperando a ver si van a ser desplazados a la fuerza de República Dominicana y abandonan el país ahora que la fecha límite para solicitar la residencia legal en el país ha expirado.
El primer ministro haitiano, Evans Paul, advirtió que la situación creará una crisis humanitaria y aseguró que el pasado 1 de julio, 21 personas fueron deportadas, incluidos 8 menores de edad que tenían documentos para permanecer en República Dominicana.
La OEA pide reunión urgente
Por la divergencia binacional en torno a las deportaciones, una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) visitó el viernes pasado República Dominicana y el domingo se trasladó a Haití, para evaluar la situación de los migrantes en el primero de estos países que comparten la isla La Española.
La delegación de la OEA estuvo encabezada por el mexicano Francisco Guerrero, al que acompañó Gabriel Bidegain, asesor del secretario general.
“Tenemos que abordar el tema con bastante urgencia. Nosotros queremos tener una reunión con ambas partes a la vez”, indicó el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, al referirse a la evaluación, en una entrevista televisiva.
A Almagro le gustaría sostener un encuentro con las autoridades de Haití y de la República Dominicana para tratar la crisis migratoria. “La misión (de la OEA) se reunió con las autoridades dominicanas y haitianas por separado. Tenemos que juntar a ambas partes, confrontar las ideas y encaminar un programa para solucionar esto”, expresó el secretario general.
“Se ha avanzado mucho, pero tenemos que lograr una solución definitiva a este problema. Ello implica que ambas partes acuerden variables fundamentales para atender el tema de migración. Esta es una isla pequeña con dos países, con realidades sociales, económicas y políticas muy diferentes”, añadió.
Plan de regularización
El plan de regularización estaba previsto en la ley desde 2004, pero entró en vigencia con 10 años de atraso luego de que el Tribunal Constitucional exigió su puesta en marcha en una polémica sentencia en la que también ordenó anular, mediante juicios individuales, la nacionalidad de todas las personas nacidas en el país entre 1929 y 2007 de padres extranjeros sin permiso de residencia, afectando a miles de descendientes de haitianos, lo que fue muy criticado por los organismos internacionales.
Las autoridades dominicanas revalidarán la nacionalidad a 55.000 personas con base en una ley aprobada en 2014 ante la presión internacional contra el fallo del Tribunal. Para los descendientes de inmigrantes que nunca tuvieron acta de nacimiento, el Gobierno creó otro programa para inscribirlos como extranjeros y darles la opción de naturalizarse en un plazo de dos años. Cerca de 9.000 personas se inscribieron en ese programa. (I)