Hay quienes dicen que esta es una final adelantada. Lo cierto es que el pronóstico es difícil. La semifinal de hoy enfrenta a dos equipos que no solo tienen historia, sino que tienen un fútbol altamente físico y basado en el nivel técnico de sus jugadores.

Brasil, que juega con un equipo más colectivo que de individualidades, llega con dudas tras perder a su estrella Neymar por lesión y a su capitán Thiago Silva por acumulación de tarjetas amarillas. Mientras que Alemania tiene casi completo a un equipo cuya única baja ha sido un suplente: Shkodran Mustafi.

Tras protagonizar el duelo decisivo en Corea-Japón 2002, las dos escuadras vuelven a encontrarse, pero ahora sus realidades son distintas. Brasil se ganó su pase a semifinales luego de vencer a la sensación del torneo, la Colombia de James Rodríguez, con un juego basado en una presión intensa y mucho contacto físico, que concluyó con un partido donde se cometieron más de 50 faltas (30 de ellas brasileñas). Hace no mucho que Brasil vivió la transición de su tradicional ‘jogo bonito’ a un fútbol mucho más físico y pragmático: como si la canarinha hubiera entendido que ganar también es divertirse.

David Luiz, Luiz Gustavo, Oscar y Hulk intentarán conducir a Brasil a su octava final en un Mundial.

Por su parte, Alemania se presenta con una generación de jugadores jóvenes que parecieran estar llamados a hacer historia, pero que luego de un proceso de ocho años, no han logrado ganar ningún título.

El equipo de Joachim Low está lleno de jugadores con una flexibilidad táctica que le ha permitido mover sus líneas según lo ha necesitado en cada partido, como el remplazo de un lento Per Mertesacker cuando tuvieron que enfrentar a la rápida Francia.

Manuel Neuer, Philipp Lahm, Toni Kroos y Thomas Muller buscan reivindicar a una generación dorada del fútbol alemán.

Estadísticas a favor de Brasil

Cuatro veces chocaron las dos selecciones en torneos de la FIFA, y 4 veces ganó Brasil. La primera fue en 1981, en la fase de grupos del Mundialito, jugado en Uruguay y organizado para conmemorar los 50 años de la Copa del Mundo.

Ahí, una canarinha liderada por Sócrates acabó fácilmente (4-1) con una escuadra que al año siguiente sería finalista en España’82.

En 1999, 18 años después, Brasil y Alemania se volverían a ver las caras en un torneo. Se trataba de la Copa Confederaciones de México.

Ahí, con un joven Ronaldinho junto a Dida y Vampeta, Brasil volvió a derrotar con holgura (4-0) a una Alemania que conservaba a Lothar Matthaeus, y donde empezaba a afianzarse Michael Ballack.

Tres años después, en Corea Japón 2002, Yokohama vería un partido inédito en los mundiales, entre las dos selecciones más exitosas de la historia de la Copa.

Nuevamente, Brasil salió airosa. Con Ballack suspendido, la Alemania que dirigía Rudi Voller no tuvo opciones ante los dos goles de Ronaldo, que ese día se reencontraba con un destino que le había sido esquivo por varios años.

Una nueva oportunidad para resarcirse tuvo Alemania en las semifinales de la Copa Confederaciones de 2005, organizada en su propio país. Pero otra vez Ronaldinho guió hacia la victoria (3-2) a una Canarinha ligeramente superior.

Es decir, Alemania tiene motivos para querer devolverle a Brasil el favor de eliminarlo en su casa.

“Al final, Brasil será campeóndel mundo”

“Creo que al final de la historia Brasil será el campeón del mundo porque juegan con el corazón” escribió el técnico del Chelsea, José Mourinho, en su columna de Yahoo.

Según el portugués, Brasil ganará la Copa por tener un “equipo luchador” cuyos jugadores “saben lo que hacen”.

Mourinho también se refirió a las bajas de la canarinha en la semifinal. “Thiago Silva en este momento es más importante que Neymar en el equipo. Brasil se basa en la estructura defensiva y es ahí donde Thiago Silva le da gran estabilidad al equipo”.