La semana pasada y tras una larga agonía, un niño español de apenas seis años murió por difteria, una enfermedad que en su país se consideraba ya erradicada. Sus padres no lo habían vacunado. Profundamente dolidos y arrepentidos han declarado que fueron engañados por los grupos antivacunas que les convencieron para no inmunizar a su hijo.
En los últimos años estos grupos han proliferado por buena parte del mundo. Las alegaciones para su tan radical postura van desde argumentos religiosos hasta posiciones ideológicas poco fundamentadas. Quienes están detrás son naturistas, fundamentalistas cristianos y musulmanes, personajes de la farándula como la ex ‘conejita’ de Playboy Jenny McCarthy y teóricos de las conspiraciones más rebuscadas. Entre los grupos antivacunas más activos están los fanáticos religiosos de la ultraderecha norteamericana representados por Ned Dougherty, un supuesto vidente que asegura recibir mensajes del propio Jesús, quien le habría dicho “sean conscientes de las toxinas y venenos que se ofrecen como curas en las vacunas, porque son exactamente lo contrario, y tienen la intención de traer más enfermedades y dolencias para la gente”.
Otro ejemplo es el exfutbolista inglés David Icke, autodeclarado profeta contra el Nuevo orden mundial, quien advierte a sus seguidores que los reptilianos -una malvada raza extraterrestre- quieren dominarnos inyectándonos microchips mediante las vacunas.
En Nigeria, grupos de radicales islámicos asesinaron a decenas de trabajadores de la salud para evitar que vacunen a los niños contra la terrible polio, porque estaban convencidos de que era una táctica para esterilizarlos y reducir la población musulmana.
De esta manera, enfermedades que ya podrían haber sido erradicadas, han rebrotado con fuerza en muchos países. La poliomielitis (parálisis infantil) en Pakistán, India, Nigeria. En Europa, la moda de lo ‘natural’ contra lo ‘químico’ ha disminuido la vacunación de los niños, causando el rebrote de enfermedades casi olvidadas como el sarampión: 22 mil casos en 7 países, en apenas un año.
Y ha llegado a América que estaba virtualmente libre de esta enfermedad. En 2011 el sarampión reapareció en Ecuador después de 14 años sin reporte de casos, y hace pocos días se declaró la alerta porque esta enfermedad -que afecta a personas de cualquier edad que no se hayan vacunado- ha rebrotado con fuerza en países de la región como Perú, Chile y Brasil.
Han tenido que enfermarse y morir niños para que se comiencen a tomar medidas. En la rica California, donde el índice de vacunación era similar al de países africanos muy pobres, acaba de aprobarse una ley para que la vacunación sea obligatoria, sin atender excusas de tipo religioso o ideológico. Ya son 32 los estados del país norteamericano donde se ha vuelto a implantar la obligatoriedad de vacunarse. (continúa)