El Telégrafo
Ecuador / Sábado, 06 de Septiembre de 2025

Las fobias son tan comunes que nadie está libre de ellas, ni quisiera los ricos y famosos.

La actriz Kim Bassinger sufre de  agorafobia o temor a los espacios públicos. Puede pasar semanas enteras sin salir de su casa y cuando decide hacerlo alguien tiene que acompañarla. Michael Jackson padecía  de misofobia o miedo exagerado a los gérmenes, por eso en público solía llevar una mascarilla.  También la sufren la actriz Cameron Díaz y el multimillonario Donald Trump.

Daniel Radcliffe, conocido como Harry Potter, el actor Robert Pattinson, protagonista de la saga Crepúsculo, y Johnny Depp, el capitán Jack Sparrow de los Piratas del Caribe, le temen a los payasos: tienen coulrofobia. La actriz y cantante Barbra Streisand, es topofóbica, le teme a los escenarios. Después de olvidarse de la letra de una canción en un concierto en 1967 no volvió a cantar en público durante 27 años.

Y no solo los famosos de hoy. Se dice que el emperador Napoleón sufría ailurofobia: sentía pavor por los gatos. Calígula, quien rigió el imperio romano tenía pánico a los truenos. Robespierre, uno de los más crueles líderes de la revolución francesa, sufría de genofobia, o miedo al sexo, y también de ginecofobia, miedo a las mujeres.