-Todas las misiones Apolo fueron seguidas desde Tierra minuto a minuto, y no solo con las antenas de los científicos de la NASA. Para no perderles el rastro cuando estaban al otro lado del mundo, estas operaciones se realizaban simultáneamente desde varios países, e involucraron a multitud de científicos ajenos al Gobierno estadounidense. Las naves Apolo se siguieron de forma oficial desde tres puntos del planeta: California, Australia y España. Las tres estaciones hacían turnos diarios de ocho horas, por lo que no perdían a las naves ni un solo instante. Los datos que recogían se ofrecían de inmediato a las decenas de periodistas que los requerían, muchos de ellos presentes en el interior de las instalaciones. Además, otros países ajenos a la NASA -como Alemania, Inglaterra o la Unión Soviética- vigilaron de forma independiente el viaje de las misiones Apolo.

-Las seis misiones lunares también fueron seguidas y fotografiadas por astrónomos aficionados y profesionales con sus telescopios, e incluso radioaficionados del mundo entero podían escuchar las conversaciones entre las naves y su base. Esto solo puede hacerse apuntando los telescopios hacia donde estaban las naves, es decir, hacia la Luna.

-Sobre las imágenes ‘extrañas’ de la primera caminata lunar hay varios argumentos, pero solo mencionaremos los dos más conocidos. Uno: la bandera que plantan Armstrong y Aldrin ondea, a pesar de que en la Luna no existe el viento. Esto último es verdad, pero la bandera nunca ondea. Si se ve la secuencia completa en video, cuando el astronauta deja de moverla, la bandera queda quieta. Y eso es porque llevaba por dentro un armazón de alambre para que la pudieran fotografiar entera.

Y dos: aunque los astronautas están claramente iluminados, no se ven estrellas en el fondo, prueba de que se grabó en un estudio. Falso. Pruebe sacar una foto nocturna sin trípode a un grupo de personas. La cámara capta la luz más intensa del sitio donde está la gente. Las estrellas del fondo no tienen luz suficiente y por esa razón no se las puede ver. Tampoco aparecen estrellas en las fotografías tomadas desde el transbordador espacial, la estación espacial Mir o la Estación Espacial Internacional. Las fotografías espaciales en las que aparecen estrellas son de larga exposición y no incluyen personas porque saldrían movidas.

-Otra prueba contundente se puede verificar en un video del vehículo lunar usado por la Apolo 16. Ahí se observa la extraña manera en que el polvo que levantaban las ruedas del róver describe una parábola perfecta, para caer inmediatamente sobre el suelo lunar. Ni una pequeña nube de polvo, ni una partícula que quede flotando, como sucedería en nuestro planeta, y eso es precisamente porque en la Luna no hay aire que les ofrezca resistencia para poder volver a caer. Ni siquiera hoy existe tecnología suficiente para imitar en la Tierra las condiciones de vacío para hacer algo semejante. (I) (...continúa)