Buena parte del mundo se enteró de la existencia de William Wallace por la película Corazón valiente, protagonizada y dirigida por Mel Gibson; un heroico líder escocés del siglo XIII que, tras el asesinato de su familia, decide encabezar la lucha contra los invasores ingleses. Pero es poco lo que se sabe del auténtico William Wallace y la mayor parte se debe a un poema escrito por un nacionalista escocés, casi dos siglos después de su muerte.

Al parecer, Wallace era un hombre alto y fuerte que a los 25 años empezaría a luchar contra los ingleses, aunque no parece cierto que lo haya hecho para vengar la muerte de su esposa, sino por razones políticas. La mayoría de los historiadores se inclina a pensar que no era un humilde campesino como en la película, sino muy probablemente hijo de un noble, puesto que hablaba cuatro idiomas. Y si Inglaterra absorbía a Escocia, podía perder sus privilegios.

En cuanto a su enemigo, el rey inglés Eduardo I, la historia cuenta que no fue tan malo. En su país se lo conoce como el gran creador del sistema de justicia moderno y de un parlamento con participación del pueblo.  Pero a la hora de someter a sus enemigos era tan brutal como cualquier soberano de la época.

Es tan poco lo que se sabe de William Wallace que en uno de los momentos más dramáticos de la película, Mel Gibson le hace decir esta famosa frase: “Puede que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán la libertad”. Pero quien realmente la dijo fue el escritor  William Shakespeare, en su obra Enrique V, tres siglos más tarde.

Sí es verdad que Wallace y sus campesinos derrotaron en 1297 a fuerzas inglesas muy superiores en número empleando una astuta maniobra bélica en la batalla del puente de Stirling. Sin embargo, la victoria no les duró mucho: menos de un año después las fuerzas del rey los derrotan por completo, Wallace es traicionado y atrapado en 1305. Muere estrangulado y su cuerpo es decapitado y desmembrado como escarmiento para todos los escoceses. (I)