Showmatch sigue y su director, Marcelo Tinelli, ha tenido un año de buenas noticias. San Lorenzo, el equipo del que es vicepresidente, es campeón de América. Hace poco asumió un nuevo cargo en la Asociación de Fútbol Argentina como encargado del área de comunicaciones y la última semana fue reconocido como Personalidad Destacada de la Cultura de Buenos Aires.

Su distinción como personaje destacado de la cultura movió el ego de aquellos que estaban en la misma lista. ¿Cuáles son los parámetros para que una entidad del Estado entregue este reconocimiento?

En el caso de Tinelli, la propuesta llegó del legislador del PRO y vicepresidente de Boca Juniors, Óscar Moscariello. La distinción obtuvo 29 votos positivos, cuatro negativos y cinco abstenciones. Y una vez entregado el reconocimiento en una ceremonia, se abrió el debate entre los argentinos sobre la cultura.

Tinelli es un personaje de la pantalla chica. Sus programas han estado siempre en la lista del espectáculo, cargado de bromas, parodias de la vida cotidiana y mujeres semidesnudas. Si para los argentinos es un ícono es solo por esas razones.

A Juan Pablo Feinmann le llegó el mismo premio por otros motivos. Él es filósofo, docente, escritor, ensayista. Fundó el Centro de Estudios del Pensamiento Latinoamericano (CEPL) en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires. Fue un militante peronista y si ha aparecido en la televisión lo ha hecho solo desde sus guiones.  

Su distinción la propuso una de las voces más prodigiosas que tiene el tango argentino, la ahora diputada Susana Rinaldi. Él lo agradece y dice sentirse honrado, pues al no ser figura de pantalla y haber vivido en tiempos de dictadura, siempre anda preparado para dar declaraciones a la Policía.

Pero desde mayo está devolviendo su premio como gesto de “que no se puede premiar la anticultura, el antipensamiento, eso no se puede premiar”, dijo en un acto público. Feinmann explotó y dejó muy clara su postura.

“Yo no digo que el programa de ese muchacho no sea ideológico. Es totalmente ideológico porque es la tarea de idiotizar al receptor. Ese programa no tiene nada que ver con la democracia porque la democracia requiere ciudadanos lúcidos, ciudadanos que sepan valorar el pensamiento, la cultura y que sepan elegirse a sí mismos, a partir de sí mismos”. Feinmann lo recalcó en un parafraseo de las palabras de Borges cuando decía que la democracia es un error estadístico porque decide la mayoría y la mayoría está formada por imbéciles.

En medio de la discusión visceral en contra de la personalidad de Tinelli y los honores que le rinde el  gobierno de Mauricio Macri como ‘personaje destacado de la cultura’, aparece para defenderlo uno de sus más acérrimos críticos, Mario Pergolini. “No me parece bien que le salgan con los tapones de punta. Tinelli es uno de los referentes de la televisión. Y la televisión es cultura. Si entendemos que cultura es nada más leer un libro de Borges estamos medio en peligro”, expresó. La definición de cultura y su distinción vuelve a ser tan amplia con el público que existe para su consumo.