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Las remesas han perdido importancia macroeconómica
La emigración de ecuatorianos al exterior tiene una larga historia. Desde hace varias décadas, compatriotas del sur del país emigraron a Estados Unidos. Pero el número de emigrantes creció significativamente en el marco de la crisis bancaria de finales de la década del noventa.
Esta nueva ola de emigración de ecuatorianos al exterior, especialmente a Europa, benefició al país por las remesas que empezaron a enviar a sus familiares. Las remesas netas aumentaron de 644 millones de dólares en 1997 a 3.088 millones en 2007. En términos del Producto Interno Bruto (PIB) pasaron de 2,3% a 6,1%, respectivamente (gráfico 1). No obstante, varios hechos han afectado la importancia macroeconómica de las remesas en los últimos años.
Primero, las mayores barreras de entrada de migrantes a Estados Unidos y los países europeos, y luego, la crisis financiera mundial que empezó en el país del norte entre 2007 y 2008, y se transmitió a Europa. España e Italia, importantes receptores de ecuatorianos, han sufrido un impacto social importante, que dificultó las condiciones de vida de sus residentes. La tasa de desempleo en España aumentó de 8,3% en 2007 a 25,0% en 2012; y en Estados Unidos, de 4,6% a 8,1% en igual periodo. En el caso de Estados Unidos, el pico de la tasa de desempleo se alcanzó en 2010: 9,6% (gráfico 2).
La pérdida de empleos y la contracción de la demanda efectiva en estos países mermaron las condiciones de vida de los ecuatorianos en el exterior, afectando también su posibilidad de enviar remesas
La pérdida de empleos y la contracción de la demanda efectiva en estos países mermaron las condiciones de vida de los ecuatorianos en el exterior, afectando también su posibilidad de enviar remesas. Estas empezaron a caer desde 2008 hasta alcanzar 2.446 millones de dólares netos en 2012, año en el que representaron el 2,9% del PIB, valor similar al logrado en 1998, 2,8% del PIB (gráfico 1).
Entre 2007 y 2012, las remesas recibidas desde EE.UU. disminuyeron de 1.691 millones de dólares a 1.159 millones; y las recibidas desde España, de 1.346 millones a 815 millones de dólares. Las provenientes de Italia cayeron de 236 millones en 2008 a 177 millones en 2012. Las remesas se registran en la cuenta de transferencias corrientes de la balanza de pagos y representan la mayor parte de este rubro (cerca del 98%). Esta información permite observar que las remesas cumplieron un rol fundamental al ampliar la liquidez de la economía, particularmente luego de la dolarización oficial de inicios de 2000. En contraste, la disminución reciente de las remesas afectó negativamente el resultado de la cuenta corriente. En el corto plazo, las expectativas de recuperación de las remesas no son favorables. La economía mundial seguirá poco dinámica, ahora afectada también por la ralentización de China y otros países emergentes. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima una tasa de crecimiento económico en 2013 de 1,7% en EEUU, -0,6% en el área Euro, -1,6% en España y -1,8% en Italia.
Según Petroecuador, el crudo ecuatoriano de tipo Oriente, al 12 de septiembre, se cotizó en 101,62 dólares.
En gran medida la evolución de las remesas dependerá del comportamiento de la economía norteamericana, cuya recuperación ha sido pausada y aún mantiene tasas de desempleo por encima de los niveles previos a la crisis (gráfico 2).