Mi nombre es Nancy del Castillo Gallegos. Salí de Quito en junio del 2000, porque me casé con un estadounidense, cuyo contrato de trabajo como profesor finalizó en Ecuador. Fue triste dejar al país. Soy afortunada al vivir en una ciudad pequeña, tranquila y rodeada de naturaleza, junto al Lago Michigan, Estados Unidos. El norte de Michigan, donde vivo actualmente, es el tercer lugar más frío del país, luego de Alaska y Minnesota. Salimos a esquiar con mi familia en la montaña o en los senderos de los bosques.

El verano, es cálido, como el clima de Quito. Los barcos de todo tamaño llegan a los muelles. En el centro de la ciudad, se organizan ferias de arte, conciertos y otros eventos artísticos. Trabajo como profesora substituta y doy clases de español en casa. También hago traducciones y sirvo de intérprete. El primer año que llegué a Petoskey, arrendamos un departamento en el segundo piso con vista a la hermosa caída del sol.

Luego compramos un terreno y poco a poco invertimos en él, plantamos un cerramiento de cedros, árboles frutales y construimos una vivienda. Ahora celebraremos la primera Navidad en nuestra casa nueva. El hecho de trabajar con estudiantes, me ha dado la oportunidad de difundir la riqueza de Ecuador. Probaron la colada morada, la fanesca, la torta de choclo y frutas tropicales con yogur.

Les enseño las máscaras ecuatorianas que se usan para fin de año, les presento videos y música. Yo visto con los sacos de lana tejidos por mi mamá, los collares que ella hizo y uso las carteras hechas a croché por ella, quien vive en Ecuador. Cada año regreso de vacaciones a mi país con mi esposo y mi pequeño hijo. Me da mucho gusto que en el país haya estabilidad política, crecimiento económico y mayor infraestructura turística.