El Telégrafo
Ecuador / Lunes, 25 de Agosto de 2025

En lengua Mapuche Yepan significa “ven a buscarme”. El pueblo Mapuche, que vive en ambos lados de la Patagonia chilena y argentina, tiene una necesidad histórica de comunicar su realidad y a su vez conocer las vivencias de otros pueblos que, como el suyo, han sido subyugados en los últimos 500 años. Por ello, un grupo de creadores mapuches se ha propuesto invitar a otros pueblos a encontrarse a través de las artes visuales. Y los invita a sumarse a su proyecto.

 

Francisca Cabral Quidel, de 25 años, es una de las impulsoras de Yepan, la primera revista electrónica de cine y comunicación indígena. Estudiante de Artes Audiovisuales en el Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA) de Buenos Aires, Cabral Quidel es ante todo una militante de la causa mapuche e indigenista.

 

 

¿Cómo y cuándo surge el proyecto para crear Yepan?

 

Nace en 2010 por el derecho de los pueblos a la comunicación. Nace también por una necesidad de comunicar, difundir, ver, compilar producciones audiovisuales referidas o construidas por integrantes de los pueblos indígenas, porque creíamos que a muchos les gustaría conocer los relatos de los diferentes pueblos del Abya Yala (el continente americano). Además se propone ser una plataforma de referencia de noticias relacionadas con el arte cinematográfico de los diversos pueblos indígenas, puesto que muchas veces hay películas muy buenas e interesantes que solo pasan por festivales internacionales indígenas  y el público en general no tiene acceso a ellas.

 

 

¿Es un proyecto creado solo por mapuches?

 

Los fundadores del Yepan son el investigador y antropólogo Andrés Carvajal, el chileno, Elías Paillan, periodista mapuche, y yo.

 

 

¿ Cuál es el objetivo del sitio web?

 

Yepan es vehiculizador del arte cinematográfico entre los pueblos del Abya Yala, tanto del realizador sujeto como los realizadores colectivos de comunidades, y el espectador. Es una plataforma virtual para convocar diferentes realizaciones de géneros y estilos de arte cinematográfico de los pueblos. Pero, por sobre todo, su objetivo es comunicar, fortalecer y difundir los diversos trabajos audiovisuales hechos por indígenas y los relacionados con estas temáticas.

 

 

¿Cómo interactúan con otros pueblos originarios?

 

La red de Yepan ha superado nuestra expectativa en términos de llegada a otros pueblos. Yepan además es la primera revista de cine indígena online en el Abya Yala, puesto que no existían medios de comunicación especializados en cubrir y difundir el arte cinematográfico de los pueblos. Eso le ha permitido llegar a muchos países y sumar colaboradores, por ejemplo, en el caso de Venezuela con el Pueblo Wayu, en México con Totonacos, Xochitl y Tzeltal, en Colombia y en Brasil, entre otros.

 

Yepan es un espacio abierto donde todos y todas tienen la posibilidad de ser parte de la revista. Eso ha permitido generar vínculos con lamgenes (hermanos) y compañeros de otros países. En marzo, Yepan formó parte de la organización de la cumbre de Tajin (festival cultural cerca de Veracruz) en México y ahora le delegaron realizar la compilación de artículos para un libro que será presentado en el marco de la segunda cumbre continental de comunicación indígena en México en el mes de octubre.

 

 

En el caso específico del Ecuador, ¿con qué entidad o pueblos se mantienen en contacto?

 

En Ecuador existen relaciones con los comunicadores y realizadores que forman parte de La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie); pueblos como el Kichwa, Chachi y otros.

 

¿Cómo es la actualidad audiovisual del mundo indigenista? ¿Hay muchos creadores indígenas?

 

Es un tema amplio, puesto que en principio el arte cinematográfico o la herramienta audiovisual ha tenido muy buena acogida a partir del siglo XX por los diversos pueblos indígenas del Abya Yala. Una de las posibles razones es el hecho de que en contextos de escasez de recursos económicos —a pesar de que algunos puedan decir que el cine es elitista— los pueblos indígenas han encontrado una técnica visible, concreta y relativamente accesible en términos económicos, lo cual, en una primera instancia, fue y sigue siendo utilizado como un medio de denuncia. Sin embargo, en la actualidad, ya no existen películas que solo remiten a temáticas de denuncias, sino que varios realizadores y comunidades están experimentado y desarrollando muy rápidamente otros géneros. Es por eso que ahora nos encontramos con películas de ficción, experimental poético, animación, docu-ficción y documental. Con mejor calidad en términos técnicos y estéticos, y por sobre todo se comienzan a ver diferencias en términos narrativos de cada pueblo.   Cada vez van surgiendo muchísimos realizadores como sujetos y de manera colectiva en comunidades, de diferentes pueblos con diversos estilos y creo que eso es muy interesante de observar y no dejar pasar por alto.

 

 

¿Qué tipo de respaldo reciben estos creadores y artistas en sus respectivos países?

 

Países como Bolivia, Ecuador o Venezuela —tengo entendido— son los que más apoyan a los artistas y realizadores indígenas.

 

En el caso chileno existe un fondo de cultura que es el Fondart y es para todos los artistas del país, pero no existe una línea exclusiva de apoyo a los Mapuche. Y en términos exclusivamente cinematográficos está Cinema Chile. Ahí directamente los indios no entran. Es más, Chile es uno de los países más atrasados en términos de derechos a la comunicación indígena. Y en el caso argentino existe una ley de medios “tan buena” que es imposible cumplirla completamente, y en términos exclusivamente cinematográficos el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), no tiene una línea para realizadores indígenas. Por eso la mayoría de las películas realizadas en Argentina relacionadas con temáticas indígenas son dirigidas por cineastas argentinos y no por Mapuches, Qom, Kollas y otros. Esto se debe a que el estándar de evaluación del Incaa no contempla al indígena como realizador, con lo cual no quiero decir que por ser indios nos tengan que regalar todo, pero sí que debería existir una línea de apoyo a los realizadores indígenas en Argentina. Si no, se seguirá mirando de manera paternalista al indio que ayuda en la película.

 

 

¿Por qué viniste a estudiar a Buenos Aires y no elegiste hacerlo en Chile?

 

Simple, porque en Chile la educación es privada y me sale mas económico estudiar y vivir en Argentina.

 

 

¿Te sientes chilena, Mapuche o las dos cosas?

 

Me siento Yeupekoche, que es la comunidad donde crecí, es ahí donde vive toda mi familia. Y luego, también me siento mapuche. Chilena no soy ni me siento.

 

 

¿ Cuál es la realidad del pueblo Mapuche?

 

La nación Mapuche denominada Wallmapu (país mapuche) está conformada del lado chileno y argentino. En el Wallmapu las realidades varían en diferentes territorios. En el caso chileno la represión de parte del Estado hacia el pueblo Mapuche es brutal. Como decía una vecina de mi comunidad de Yeupeko: “a todos nos llega un palo del Estado, sin saber por qué ”. En el caso de Puelmapu (Argentina), las comunidades son afectadas por extracciones hidrocarburíferas, lo cual incide directamente en la salud y cosmovisión de nuestro pueblo.

 

 

¿Cómo afecta a tu pueblo la Ley Antiterrorista que aplica el Gobierno de Sebastián Piñera contra representantes y activistas mapuches?

 

La Ley Antiterrorista es una herencia de la dictadura de Pinochet, la aplicó la actual candidata a Presidenta, Michelle Bachelet, y ahora sigue siendo aplicada por el Gobierno de (Sebastián) Piñera. Es una ley que viola los derechos humanos, y no solo afecta al sujeto, sino también a sus familiares y comunidad, porque las familias tienen que lidiar constantemente con allanamientos y torturas. Vuelvo a tomar de referencia a mi vecina, cuya vivienda, fue brutalmente allanada en enero: “¿Cómo quieren que trabajemos tranquilos en nuestras tierras si nos están sembrando miedo y se llevan nuestras herramientas de trabajo?”.

 

 

¿ Esta realidad es común a los demás pueblos de América Latina?

 

Precisamente a través del cine, del video y de los diferentes medios de comunicación indígenas es que podemos estar al tanto de las situaciones de los diversos pueblos, y la verdad es que las realidades se asemejan muchísimo. En todos lados se violan los derechos de los indígenas, se los reprime, la calidad de salud, educación y viviendas es denigrante. Mientras el indio sea funcional y folclórico para los Estados es lindo, pero cuando exige sus derechos es terrorista y malo, y todos los peyorativos son aplicados a é, con el objeto de reprimirlo.

 

 

¿ Qué expectativas te generan las próximas elecciones presidenciales en Chile?

 

No tengo una gran expectativa. Creo que mi mayor anhelo  sería un verdadero retorno a la democracia, un orden político más amplio, más participativo, plantear que es un país pluricultural.  Sin embargo, las candidaturas de la derecha y de centro, incluso de algunos sectores de izquierda, no plantean ningún tipo de reforma constitucional, sino que apuestan a continuar la actual Constitución, como lo han hecho los gobiernos de la Concertación y el actual Gobierno de derecha de Piñera.

 

Lo que sí proponen es perfeccionarla, pero sin modificar el diseño central. Es decir, continuar con la herencia de la dictadura de Pinochet. Los candidatos más progresistas plantean una Asamblea Constituyente que —desde mi perspectiva— es una forma más viable de cambiar las cosas. Esos pasos en términos políticos se están dando por el despertar de la sociedad chilena, por todos los movimientos sociales que hubo en estos últimos cuatro años, porque el pueblo chileno no merece seguir bajo una dictadura encubierta por una “democracia”.  

 

 

¿Como creadora, cuál es tu mayor sueño?

 

Es en su momento volver a mi comunidad Yeupeko y trabajar el arte audiovisual desde ahí.

 

 

Sitio web de Yepan: www.yepan.cl