Este año, Netflix estrenó Fuller House, la continuación oficial de la serie de los ochenta y noventa Full House (Un Hogar Casi Perfecto, en Ecuador). Además, en enero y febrero, Fox emitió seis nuevos episodios de Los expedientes secretos X (The X-Files), que había terminado en 2002. El ‘revival’ en la televisión mundial es tendencia. Hay quien dice que es solo por atraer a audiencias y públicos cautivos de los noventa. Las últimas series exitosas de un canal de señal abierta estadounidense fueron The Big Bang Theory, Parks and Recreation y Desperate Housewives. Las mejores producciones, (telecine, miniseries, programas de variedades, concurso, interactivos y de entrevistas) están hoy en cadenas de cable como AMC, FX y HBO, o en los dos principales sistemas de streaming: Amazon y Netflix.
La creatividad, en fondo y forma, está en crisis en las cadenas anglosajonas, tanto como durante la crisis de los guionistas (2007-2008), de los cuales tal vez unos de los mejores ejemplos de buena televisión que quedaron fueron los dos últimos episodios de la cuarta temporada de House.
La tendencia del ‘revival’ empezó en 2013 cuando Netflix lanzó la cuarta temporada de un programa cancelado por Fox en 2006: Arrested Development, serie de culto sobre una familia que ha perdido su fortuna, los Bluth. En 2014, Fox apostó por revivir 24 con la miniserie de doce capítulos 24: Live Another Day, lo que se suma a la costumbre de cancelar y resucitar algunas de las series animadas para adultos más exitosas del siglo XXI: Futurama y Family Guy.
En cable es difusa la línea entre ‘revival’ y el no siempre favorable spin off (un programa creado a partir de uno o más personajes populares de otro programa), con las duplas Breaking Bad-Better Call Saul y The Walking Dead-Fear The Walking Dead o el talkshow Conan de Conan O’Brien.
Rarezas y peculiaridades globales
Pocos son los que no querían volver a ver a Gillian Anderson y David Duchovny como los agentes especiales Dana Scully y Fox Mulder, pese a que ya habían tenido una serie de nueve temporadas y dos películas para decir todo lo que fuera posible sobre Los Expedientes Secretos X. Nadie dudó en sintonizar de nuevo al peculiar elenco que encarnaba a los excéntricos Bluth (Arrested Development) o a los empleados de la fracasada empresa de mensajería del año 3000 Planet Express (Futurama), o de acompañar otra vez al brutal, pero siempre correcto, Jack Bauer en su búsqueda patriótica por la verdad y la justicia para Estados Unidos (24: Live Another Day).
Ahora, a un clic de los adeptos a la cultura pop que llueve intensamente sobre el resto del mundo desde Estados Unidos, están dos de las niñas (y la vecina) de Full House, ya creciditas y con familias propias, pero aún con la ayuda de los populares tíos Jesse, Joey y su padre Danny Tanner.
Y se vienen otras ‘resurrecciones’ en el cine y la televisión con proyectos de Netflix como Crouching Tiger, Hidden Dragon: Sword of Destiny (una secuela cinematográfica más bien), el confirmado retorno de El príncipe del rap a la televisión con su protagonista original Will Smith como productor, y el esperado renacimiento de la miniserie de culto Twin Peaks.
Lo que sucede con programas infantiles en cine y en televisión, como Tortugas ninja, Alvin y las ardillas, Transformers son técnicas de producción apegadas a intereses comerciales, como el spin off, las reuniones de elenco —y aquí hay expectativas en torno a Friends—, remakes o refritos, reinicios de la continuidad, y películas originales para televisión. Algo similar sucede con las más exitosas sagas de ciencia ficción, Star Trek y Star Wars.
Siguiendo con la tendencia de los ‘revival’, está el caso de Heroes Reborn (2015), la transmisión online de la continuación de Heroes, serie televisiva cancelada en 2010. También están las conexiones entre nuevas películas de una franquicia japonesa exitosísima con la nueva serie Dragon Ball Super, o el ‘revival’ de un medio a otro de un personaje de culto como el cazador de ‘deadites’ Ashley ‘Ash’ J. Williams en la serie Ash Vs. Evil Dead. El viejo lema de darle al público lo que quiere parece seguir reinando. Las cadenas quieren seguir lucrando de personajes, historias e intérpretes que fueron éxito en otra época.
Aquí también reciclamos
Suena raro decir “reciclamos” para hablar de realización audiovisual ecuatoriana, pero sí se da el caso en el medio. Nuestros ‘revivals’ o spin offs ocurren casi exclusivamente con producciones que cruzan la línea entre teatro y televisión, especialmente los programas de humor.
La productora y el elenco de Vivos ofrecieron Re vivos, La tremebunda corte, La pareja feliz, El Cholito, Mostro de amor, el programa de entrevistas No culpes a la Mofle, además de Solteros Sin Compromiso que pasaron de cuatro (¿o siete?) temporadas para la televisión a los portales de video por Internet YouTube y CNT Play para cuatro temporadas más.
El sketch de Puñetere que creara Fernando Villarroel para Ni en vivo ni en directo ahora es un popular serial en YouTube, y el rey de los ‘revival’ y spin offs en Ecuador es Mis adorables entenados, que a finales de los noventa se transformó en Mis adorables entenados (pero con billete), y que también ha hecho reuniones del elenco original en presentaciones en vivo para migrantes.
La tendencia en Ecuador es rescatar lo poco que ha tenido éxito teatral o televisivo en la línea del humor, lo que no es malo para los públicos cautivos, pero sí limita a la innovación y renovación de las industrias audiovisuales y teatrales del país.
Por ejemplo, el mismo elenco de La Mueca que tuvo éxito con Mis adorables entenados tuvo un acierto con la serie dramática y de acción Los defensores de la Perla, que solo alcanzó una temporada en Ecuavisa y nadie ha pensado en resucitarla. Fantasías en la playa, de Canal UNO, tuvo al menos tres versiones diferentes, mientras que el éxito cómico televisivo Tal para cual revivió hace poco como una comunidad muy activa en Facebook, al tiempo que el programa humorístico No-Ticias ha estrenado nueva temporada en el tercer canal que lo ha acogido.