El Telégrafo
Ecuador / Sábado, 23 de Agosto de 2025

La primera obra maestra de Donald Glover es una comedia oscura

Rap. El actor, guionista y director afroamericano quería hacer una serie cómica pero oscura, un «Twin Peaks con raperos». El resultado: Atlanta, de FX.

Antes de Atlanta, la brillante comedia de FX que lo catapultaría a la fama, Donald Glover ya tenía una envidiable carrera que llamar suya. Con apenas 32 años, había sido guionista en 30 Rock y estrella de la aclamada comedia televisiva Community. Fuera de la televisión había ganado reconocimiento como humorista, y sus discos de rap bajo el seudónimo ‘Childish Gambino’ eran éxitos comerciales. Apenas era el comienzo.

Glover quería hacer algo como «Twin Peaks con raperos», crear una historia surrealista ambientada en Atlanta, Georgia, en la que iba a haber tanta comedia como comentario social. Tuvo que mentir para vender la serie, evitando mencionar sus aspectos más extraños cuando la describía. «Si les hubiera dicho [a las personas de FX] lo que en realidad quería hacer, nunca se hubiera hecho».

Tras un proceso problemático, la serie se materializó como una temporada de diez episodios de treinta minutos en 2016. Glover escribía los guiones, dirigía ocasionalmente y tenía el papel principal. Contrario a lo que esperaba el canal, se convirtió en un fenómeno de audiencias y un objeto de clamor crítico. La segunda temporada debutó a inicios de marzo.

El episodio piloto de Atlanta presenta a Earnest ‘Earn’ Marks, un tipo brillante en un muy mal momento de su vida. Tiene problemas familiares, la madre de su hija está saliendo con otros hombres y no tiene dinero para pagar sus cuentas. Entonces ve una oportunidad. Su primo Alfred (Bryan Tyree Henry) está consiguiendo éxito como rapero. Si solo Earn lograra convertirse en su representante, podría salir de sus problemas económicos, al menos momentáneamente.

La trama se mantiene a lo largo de la temporada, pero no es por ningún momento su verdadero enfoque. Cada episodio se dedica a contar diferentes historias de la vida de Earnest, su a veces novia Vanessa, su primo Alfred y su amigo Darius. Y si te pusieras a señalar todas las formas en las que Atlanta no se parece a ninguna otra comedia que hayas visto, no terminarías. Hasta la forma en la que se ve es diferente. Las comedias de televisión suelen contar con una paleta de colores radiante, escenarios recurrentes y primeros planos para resaltar las bromas. Atlanta es oscura, la cámara está alejada de sus personajes y siempre vamos a lugares nuevos. Y esto solo es lo estético. Ni siquiera he mencionado los autos invisibles.

Probablemente es su tono oscuro lo que más llama la atención. Los problemas de Earn no son simples excusas para crear situaciones cómicas, son muchas veces lo que la serie más se concentra en explorar. Hay por lo menos tres momentos en los que vemos a individuos desarmados ser atacados brutalmente por autoridades y, muchas veces, el antagonista de cada episodio no es una persona, sino el sistema obsoleto y racista con el que los personajes tienen que lidiar.

Pero su mejor cualidad es que es increíblemente graciosa, incluso con todo lo deprimente de su concepto y ejecución. El séptimo, ‘B. A. N.’, es, por mucho, el más irreverente de la temporada. Alfred es invitado a un programa de entrevistas. Ahí tiene que enfrentar acusaciones de transfobia por un tuit en el que decía que no se acostaría con Caitlyn Jenner. La incómoda entrevista es constantemente interrumpida por segmentos satíricos. El más notorio es un reportaje sobre Antoine Smalls, un joven negro identificado como el primer hombre transracial, afirmando que su verdadera identidad es la de un hombre blanco de 35 años.

Si suena extraño es porque lo es. Pero fue ese extraño momento televisivo el que convirtió a Glover en el primer afroamericano en ganar el premio Emmy a la mejor dirección en una comedia.

La segunda temporada, que lleva el subtítulo ‘Robbing Season’, ya es un éxito de audiencias, pero Glover no está seguro de si seguirá con el proyecto. En una entrevista con The New Yorker, dijo estar convencido de que la serie «no le seguirá interesando por mucho tiempo».

No es nada nuevo para él, su carrera se caracteriza por estar en perpetuo movimiento. En 2015 dejó Community, el programa que lo puso en el mapa, porque decía sentirse aburrido. En 2017, anunció que se retiraba de la música, un año después de haber lanzado su disco más exitoso, un ambicioso álbum titulado Awaken, My Love!, con el que vendió 500 mil copias. Pero no es como si fuera a desaparecer, pronto lo podrás ver en Solo, el nuevo spin off de Star Wars, interpretando a Lando Calrissian y un poco después como Simba en la nueva versión de El rey león, solo por mencionar un par de sus futuros proyectos.

Y aunque es algo triste pensar en un posible —y cercano— final para Atlanta, estoy convencido de que es para bien. Puede que sea la primera obra esencial de Donald Glover, pero todo apunta a que no será la última, ni mucho menos.