El Telégrafo
Ecuador / Sábado, 23 de Agosto de 2025

Es grato acudir al cine a apreciar un filme para niños, infantil o familiar y darse cuenta que hay una riqueza creativa inconmensurable tras su realización, puesta en escena y hasta proyección. Algo así se descubre al sentarse para darle una concienzuda mira a la animación española Nocturna, una aventura mágica, en la que se descubre que nocturna no es solo una palabra para calificar un momento del día o a un ser que vive en ese instante, sino el nombre de una metrópolis de fantasía en la que creaturas mágicas, entre ellas las estrellas antropomorfizadas, cumplen una labor para darle un sentido lógico a cada una de las particularidades de la noche. Todos esos seres fantásticos laboran bajo las órdenes de un personaje conocido como Moka que bebiendo café en demasía y asentado en su torre controla que no haya errores en su noche, que todo sea perfecto. Sin embargo, la eficiencia y perfección defendida por Moka se verá amenazada por la llegada a Nocturna del huérfano Tim, quien no quiere dormir.

 

Tim padece de un extremo miedo a la oscuridad y su única manera de dormir es que su estrella protectora esté en el cielo, pero ahora ha desaparecido del firmamento al igual que otras estrellas y unos seres de cola luminosa llamados Los Luminosos. A medida que se desarrolla una historia enriquecedoramente visual, en cuanto a diseño de personajes y escenarios, lo que construye una atmósfera fantástica que casi no puede traducirse en suficientes adjetivos para ser descrita, se descubre la razón por la que Moka desea que Tim permanezca despierto y recorra toda Nocturna, para destruir a la sombra que está acabando con todas las luces propias de la noche. A la larga eso de la sombra es como lo del ying y el yang que pregonan los asiáticos ya que es producto del miedo de Tim a la oscuridad. Es por ello que Moka sabe que el único capaz de salvar a Nocturna es el mismo Tim, y en muchas ocasiones envía a su sirviente Sr. Pee a alejar al Pastor de Gatos, un ser con un extremo sentido del deber, del pequeño huérfano. La voz del héroe de apoyo de Nocturna, una aventura mágica es excelentemente dada por Imanol Arias, gran nombre del teatro y el cine español, considerando que el pastor es un ser único debido a dos metros de alto, jersey a rayas y curioso sombrero, cuya agilidad y rapidez le permiten emerger del rebaño de gatos y guiarlo entre los tejados, vigilando que lleguen a las casas para así cuidar de los sueños de los niños. Ese es un elemento clave del relato visual y sonoro de Nocturna, una aventura mágica que otorga al filme animado de una calidad que no cualquier producción para todo público suele contener.

 

En Ecuador el realizador de cine para niños más nombrado es el lojano Jorge Vivanco, quien ha demostrado con su talento y el manejo de los actores a su cargo cómo las leyendas y tradiciones orales pueden ser un rica fuente de historias para toda la familia que no solo entretienen, sino que educan y cimentan una identidad local o nacional. Es el caso de su filme El Duende y la Biendivia, realizada en locaciones lojanas como Vilcabamba, Malacato, Zapotepamba y Mollepamba para contar la historia del Duende Agú de 100 años, quien pese a su edad es apenas un niño y por eso busca a la biendivia, una flor mágica que puede volverlo adulto y de gran estatura, de la noche a la mañana. La relación con la animación española Nocturna, una aventura mágica es más que clara si se considera que la aventura de Tim, descubriendo la realidad de la noche, empieza porque no tiene a su estrella para proteger su sueño y tranquilizarlo de su miedo ante la oscuridad que lo rodea. Además, en el largometraje de los directores Adrià García y Víctor Maldonado la identidad es realzada mediante el equipo de producción detrás del filme y en el dialecto y acento con el que los actores de voz dan vida a los personajes humanos y fantásticos involucrados en la historia. Entre Nocturna, una aventura mágica y El Duende y la Biendivia hay geográficamente un océano de separación, pero conceptualmente, narratológicamente y filosóficamente apenas un par de pasos de distancia creativa y de presentación de una historia con elementos de fantasía.

 

De vuelta a Nocturna, una aventura mágica hay que considerar que en un equipo de sonido y música original de apenas cuatro personas, cada uno de los elementos de la banda sonora, en especial los silencios, potencian a una maravillosa película que se puede ver tanto con los oídos como con los ojos. Para el público adulto, algo endurecido y a veces cínico, el filme animado puede resultar una simple aventura de un grupo de creativos españoles en una tendencia de hacer cine dominada comercialmente por un puñado de estudio, casi todos ubicados en Estados Unidos, sin embargo es también la oportunidad de abrir mente y corazón, y de verdad palpar el sentido de una historia cargada de misterio, suspenso, horror, aventura y moralejas sobre los que asumir la fortaleza del individuo. Sí, hay una muerte en el audiovisual que es un pilar del relato para que Tim termine de asumir su responsabilidad, resuelva el gran conflicto y la paz pueda reinar nuevamente en Nocturna y el mundo de cada mañana y tarde. Nada es gratuito ni las combinaciones de animaciones 2D y 3D, ni los momentos en que se ve lo que hacen los extraños personajes de Nocturna, por ejemplo, cuando el Sr. Pee susurra sus mágicas palabras en las orejas de un humano, este no puede evitar mojar las sábanas.

 

La realidad de Nocturna, la metrópoli en la que cada ser tiene su lugar y su tarea para garantizar un espacio físico y temporal coherente y cohesionado, lo de coherente a pesar de lo mágico de las tareas que realizan, no es para ser pensada de más. Cuando se aprecian las conversaciones entre Tim y el Pastor de Gatos, o la valentía del iluminador Murray o la perenne somnolencia de Tobermory, uno más en la negra masa de gatos que pululan por encima de los tejados de la ciudad, cuyos maullidos ayudan a los niños a dormir y disipan cualquier pesadilla, se entiende que hay mucho más de lo que el ojo capta en el mundo de Nocturna, una aventura mágica. No se trata de un cuento para niños, sino de un ensayo o cuento corto para cualquier lector que comprueba que los valores y la superación personal no solo se alcanzan en la fría y cruel cotidianeidad de cada día que pasa.

 

No hay lugar para realistas o anarquistas en Nocturna, pero sí lo hay para quien esté dispuesto a abrir la mente y los sentidos a una serie de conocimientos que solo puede ser visto como la llave hacia el desarrollo de una buena vida. La claridad, la iluminación, que pueden provenir de un filme para niños son cautivantes y sorprendentes. En la producción española, uno no es testigo de la aventura de Tim, sino que es su compañero de viaje y percibe que si él no tiene éxito en su empresa de salvar a las estrellas qué esperanza podría haber para el resto de la civilización.

 

No se puede revelar todo porque en el cine familiar siempre hay mucha tela que cortar. Solo se puede agregar que nunca un filme animado alcanza una calidad narrativa tan sólida justificando la gris existencia humana, para algunos solamente está claro, con el colorido de la fantasía, lo impredecible de la magia y lo real de la irrealidad. Complicado sí, pero al fin y al cabo son películas como Nocturna, una aventura mágica” las que abren las puertas a una mejor lectura del arte cinematográfico y su riqueza conceptual.