Emma Villazón (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 1983-El Alto, 2005) publicó dos poemarios en vida: Fábulas de una caída (2007) y Lumbre de ciervos (2013); de este último, el escritor y crítico boliviano Cé Mendizabal escribió: “El tiempo […] habrá de confirmar a Lumbre de ciervos como uno de los poemarios más brillantes de esta parte del mundo en los últimos tiempos”. A la fecha de su prematura partida, dejó un puñado de textos inéditos, entre ellos Temporarias y otros poemas, que por estos días publican en co-edición La Perra Gráfica (La Paz) y Das Kapital (Santiago), y del cual aquí se ofrecen tres pasajes.
Emma alguna vez consideró el poemario en camino como “una búsqueda poética que se confía al delirio como espacio donde la lengua se desajusta, donde el o los sentidos pueden alcanzar un grado indefinido, o un nivel intermedio entre lo legible y lo ilegible, siempre ‘por venir’, y que considera a la libertad de cuerpo, espíritu y de palabra como algo que se reinventa, nunca como un estado cómodo ni fijo” (septiembre de 2014).
Andrés Ajens
Sonatina del otro costado
De la mano del viento
rodeada por luces y flores engreídas
va con una sonatina boliviana
en la mitad de la costilla y en la otra
déjase nutrir por acribillados y aludes
Va con la boca de la recién nacida
que corre a chupar de un cielo de edificios
va a flor de piel con los resecos padres
atados a su gruesa falda que barre el suelo
Va analfabeta del nombre de las calles
a las negras calles con barniz de siemprevivas
va a bordar la Constelación del Desamparo
a partir de unas verduras y sus temporarios
No hay retorno, Dios, ni costilla mágica:
érase una campesina maquillada
que se hizo astronauta al pasar la frontera
érase una pastorcita de habla entreverada
unos sueños como trapos lanzados a un Mar
érase un érase un érase un érase
…………. y un horario sin Sol
érase un érase un érase un érase
…………. y una infección de Rosas
siniestras y en Cobre (colecciones de estrellas, invierno y alaridos)
Ahora voy abierta y fugaz
[cuestionario rechazado]
¿qué calles no llevan
a las direcciones esperadas?
¿por qué una cara nunca es
la cara de algo, sino algo
similar a una hoja cubista?
¿por qué un nombre propio
no es comparable con un sombrero?
¿y si alguien se quita el nombre al saludar ---al escribir?
¿qué se puede inferir de este día/mes/año? (no mire al cielo)
¿qué se puede inferir de que no sea necesario
cavar en el silencio para oler crímenes diarios?
¿cuáles son las visiones de tres jóvenes borrachos
si su charla entrara por una ventana de su casa?
¿es posible vivir incendiada y no cometer delitos?
¿qué es la cultura?* / ¿vive quien ama una radio?
¿qué se puede inferir de que miles de fervorosas
quieran ser presidentas
de su espacio y guerra? / ¿y si sus armas son su vida?*
¿qué debe hacer cada uno con los antepasados y el cielo?
(conecte ambos términos de manera argumentativa)
¿saber es lo mismo que moverse
“pertinentemente” entre seres y cosas?
según el texto que se le ha asignado, ¿qué
palabra es la más adecuada para reemplazar
por el sustantivo destacado de esta frase:
“como si la vida lo abandonara lentamente
con el último soplo del vapor”?
¿por qué el silencio arrasa siempre
todo como la última palabra reina e incierta?
¿a quién le pertenece el silencio?
¿es posible vivir incendiada y cometer delitos en silencio?
¿es posible vivir incendiada y no comer delitos en silencio?
¿es posible vivir incendiada y no honrar unos delitos? (…)
* Macabea.
* E. Hernández.
y si (todo el oro en oír)
se trata de que la mañana no entrega un camino
se trata de que el viento no orienta en declives
se trata de que los padres solo tejen el abandono
se trata de que nadie hay preparado
para recibir las olas de lo solo y lo incierto
se trata del silencio del fuego y del río
ahí adentro en tus costillas empujando
se trata de la fuerza única para hacer árboles
con que defenderse de las trampas propias y ajenas
se trata de atravesar paisajes increíbles y sinuosos
llevando el deseo como un panal sobre la falda
augurando grietas y cartas indescifrables hechas de soplos
se trata de hacer arder lo que se arrastra y quema
se trata de enviar saludos a cada cosa
se trata de lamer cortezas como un perro
se trata de oír el fuego el río y las olas
que saben de la altura de lo solo y lo incierto.