Cuando nos preguntemos qué tipo de literatura se escribe en Ecuador, lo más seguro es que la respuesta automática sea que aquella que tiene que ver con el realismo social. Esa que le dio relieve al Grupo de Guayaquil, encabezado por José de la Cuadra y Joaquín Gallegos Lara, entre otros, y que, en cambio, opacó el trabajo de Pablo Palacio.

En la Sierra, las cosas iban más o menos por el mismo sendero, con la fuerza que tuvo Huasipungo, de Jorge Ycaza. Pero hacia finales del siglo XIX, tanto en Quito como en Guayaquil había escritores interesados por la ciencia ficción, y por la rama ‘dura’ de esta, la que contempla que los datos científicos que se usan vayan al ritmo de los últimos descubrimientos.

En 1893, un antiguo presidente del Consejo Cantonal de Guayaquil, Francisco Campos Coello, publicó su novela La receta, en la que narra cómo su protagonista, R, descubre una fórmula para quedarse dormido durante cien años, y de esa forma despertarse en su ciudad, pero en 1990.

En el puerto del futuro, los grandes indicadores del desarrollo tecnológico, político y social eran la proliferación de monumentos a los personajes históricos de la ciudad, la aparición de medios de transporte masivos y capaces de recorrer grandes distancias en tiempo cortos, y las filas largas de gente intentando entrar a las bibliotecas.

Pero hay más obras. Iván Rodrigo Mendizábal, uno de los más entusiastas investigadores de ciencia ficción en el país, escribe sobre las cuatro obras fundacionales del género, entre las que se encuentran algunos datos relacionados a un aparato para volar antes de que los hermanos Wright alzaran su avión por los aires, viajes a Saturno o una utopía en la que nuestro país es uno de los más desarrollados del mundo.

En esta edición de Cartón Piedra, además, incluimos algunas miradas a otros tipos de literatura que están ocurriendo ahora, desde el nuevo libro de Alicia Ortega que intenta delinear una tradición de las letras de Ecuador, pasando por el nuevo libro de Mónica Ojeda y nuestros constantes ejercicios orientados a la crítica.

Con ustedes, Cartón Piedra 335. (O)

José Miguel Cabrera Kozisek
Editor
[email protected]