Una duda recurrente asalta estos días: ¿Por qué los diarios privados colocan ahora en sus ediciones el formulario para firmar a favor o en contra de una consulta sobre el Yasuní?
Esa duda, por supuesto, nace de una constatación: cuando se lanzó la iniciativa Y-ITT para recaudar el dinero que impediría la explotación del petróleo esos diarios jamás aportaron con una hoja, un formulario o algo parecido para estimular el apoyo de sus lectores.
¿Por qué ahora sí? Para ello hay algunas explicaciones, la principal: su frecuente activismo político (igual hacen con ciertas ‘causas’ promovidas desde el exterior contra determinados países y conflictos).
Y con seguridad hay otra razón: ahora quieren capturar a los lectores (según dicen, la mayoría jóvenes) que se alejaron de sus diarios por sus contenidos, por su politización a favor de determinados grupos económicos o por lo que sea. Y si es así, entonces, está claro que no se trata de un compromiso patriótico con la naturaleza y mucho menos con los grupos no contactados de la Amazonía.
Nunca antes vimos una postura más abierta y ‘generosa’. ¿Cobran por la inserción de esos formularios? ¿Lo hacen gratuitamente?
Pero hay otra observación: si todo esto apunta a la realización de una consulta popular, ¿no fueron estos diarios los que cuestionaron el gasto para el país de las consultas y del proceso político que estas desataron? Incluso algunos de sus prominentes editorialistas hablaban muy mal de la democracia plebiscitaria, y de esa tesis hicieron una plataforma editorial para oponerse a toda posibilidad de consultar al pueblo decisiones trascendentes.
Pero como lo que antes era malo ahora es bueno, ¿se parecen esos diarios a ciertos políticos?