Que Ecuador no es país de moda. Ya se sabe. Que no hay vitrina para modelos y diseñadores. No es noticia. No obstante, cada año Susana Rivadeneira produce el Designer Book en Samborondón con la intención de incentivar la industria textil ecuatoriana y latinoamericana. Ese evento se realizará una vez más en un par de semanas.
Por cierto, en esta edición del Designer Book 2015 ya no estará más el modelo orense Diego Astudillo, quien en vida fuera odontólogo de profesión, pero que se convirtió en imagen publicitaria de varias marcas. Y era de alguna manera el rostro masculino de este evento. Un accidente de tránsito truncó la vida de este soñador empedernido. Seguramente Susana lo recordará o mencionará en un breve y necesario homenaje.
EL HURACÁN CATRINA
La productora peruana Catrina Tala (ex Ecuavisa) ya es parte de TC. La más mediática de las productoras de la TV, llega como un huracán a un canal que ciertamente necesita de su mano. De momento ejercerá un puesto creado. Pero de seguro su sagacidad y visión se pondrán de manifiesto pronto. Hay cierto espacio nuevo y otro con más de un tiempo en la parrilla que requieren de su aporte, más profesional, minimalista y elegante, menos fiesta, buffet y piqueos. Menos historia libreteada.
NOEMÍ CABALLERO Y SUS ETAPAS
Es una de las tres periodistas femeninas que siempre mandó por un tubo a los que insinuaban que muestre pierna en TV mientras daba las notas futboleras. Siempre procuró que su innata belleza no se sobreimponga a su profesionalismo en un campo dominado por el género masculino. La primera de las periodistas deportivas de TV Noemí Caballero no se anda por las ramas ni le hace de segunda a ningún encorbatado. Da su opinión, confronta, anota gol, y ni se despeina. La uruguayo-ecuatoriana Noemí Caballero lanzará esta semana su libro Etapa, un anhelo que se convierte en realidad y que tardó en cristalizarse. Madre, mujer, talento de pantalla y comunicadora. ¿De cuánto y de quiénes dirá en su libro? Mejor leerlo.
¿CONCURSO DE BELLEZA PARA HOMBRES?
Terrible. No solo tenemos suficiente con las chicas que intervienen en concursos de belleza, como si este aspecto fuera a estas alturas determinante. Sino que ahora unos cuantos audaces les ha dado por crear concursos de belleza masculinos. Les llaman Míster, lo que sea. ¿Importa eso en un hombre?
Y lo peor. Ante la abundancia de realities donde prevalece el músculo antes que el intelecto, algunos jovencitos piensan que este tipo de eventos puede ser una puerta abierta a participar en uno de esos programas de la TV. Imposible.
Más valdría, como consejo no solicitado, que algunos empiecen a temprana edad a pensar ya en calificar para ingresar a la universidad. A pensar en una maestría o en un trabajo. Y a otros, nuevos empresarios. Jugar con las ilusiones de la gente, suele tener un pago inmediato. En negativo. (O)