Impresiona, y para bien, cómo nuestro gran público ha aprendido normas de comportamiento en los grandes espectáculos masivos, que presumen de una buena organización. Cosa que se cumple.  

El evento ‘Salsa Viva’ que sucedió en Quito y Guayaquil, el pasado fin de semana, merece una mención sobre el tema.

Y es que en el pasado quedaron las aglomeraciones con la manita levantada mostrando su boleto de ingreso y empujando para en la confusión pasar a las instalaciones del show los que tenían su boleto... y los que no lo tenían también. Tiempos del pasado. Tiempos de Macondo. Ese sábado vi, y sin necesidad de intervención policial, a gente de todas las edades predispuestas al orden, a pasarla bien. Y para eso es necesario ser organizado. 

Largas pero ordenadas filas en las diversas puertas del estadio Alberto Spencer de Guayaquil. Ya en su interior, las sillas ubicadas en el área box fueron ocupadas en orden de llegada, y aquello de la gente poniéndose de pie en las sillas es también historia. Ya el show nos permitió ver a un Willie Colón, el ‘Malo del Bronx’, a quien el tiempo no le hace mella y hechiza con su voz gangosa pero misteriosa y con sus canciones míticas. Willie suena y canta mejor cuando no hace política. Los artistas y los grandes en especial deben ser apolíticos.

LAS GRANDES REGRESAN

María Conchita Alonso era la reina de la década del 80, la ‘Madonna latina’ llega en estos días a Ecuador para presentar un show -varios shows-, los que el público pida porque sin duda es de las memorables, de las inolvidables. Estuvo delicada de salud, pero como una guerrera se ha recuperado y está en su mejor momento.

Gloria Trevi en marzo, otra figura icónica del 90, que ahora regresa a Ecuador renovada, más famosa y querida que nunca. La entrevisté en el 95 en un restaurante urdesino que se llamaba Cielito Lindo. Se comportó algo intensa, efusiva, con todos los medios en general. Dio por terminada la rueda de prensa poniéndose de pie en una mesa.

Pero la Trevi actual es más mesurada.  Coincidentemente cantará en el mismo lugar donde se presentó hace casi dos décadas, el coliseo Voltaire Paladines Polo. Pandora, el genial trío mexicano, reunido dos décadas después, estuvo en Quito y repletó el espacio donde se presentó. No solo asistieron cuarentones, sino también la nueva generación.

Para la siguiente semana se anuncia la llegada  de Karina, de Venezuela, una romántica noventera que jamás pasará de moda. Además, estará la ochentera Marisela, estadounidense-mexicana de colección; y, como si fuera poco, Myriam Hernández, la sensacional abanderada chilena de la música romántica.

Varios cocteles para el disfrute de todas las generaciones.