Considerados ‘la oveja negra’ o ‘la cenicienta’ de la parrilla de los canales de TV, los programas de la farándula nacional encontraron su punto máximo en 2005.

Una década después y luego de que las televisoras se libraron de ciertos personajes problemáticos que hicieron de los programas rosa su eslabón para saciar resentimientos innombrables, y con una ley de comunicación que les obliga a pedir permiso antes de aventarle la cámara al famoso o pedir perdón si señalan al enemigo público con algún delito originado en el libreto, la farándula de la TV criolla parece caer en un declive vertiginoso que no se detiene, aunque para salvarla a algunos directores se les ocurrió la idea, en 2014, de mezclar a los participantes de realities, con híbridos de vedettes, y estos a su vez con personajes cotidianos que ostentan graciosos nombres artísticos similares a los de los muñequitos de las tiras cómicas. El resultado no pudo ser más chocante. Ante la falta de estrellas de la música y / o talentos que se presten para el show mediático del chisme y el enredo, en este año aparecieron los que quieren salir en la tele sin ningún talento artístico que mostrar en un escenario (una prueba contundente es el sujeto ‘tres garrotazos’, invitado VIP de estos espacios).

Un 2014 que se marcha sin mucha o ninguna diferencia de su antecesor. Con una supremacía de los realities de competencia entre jóvenes que logra que el mismo TC Mi Canal tenga hasta 3 producciones similares. Desaparece uno en 2015. Con un déficit lamentable de producciones propias que den trabajo a nuestros cientos de actores.

El drama, la comedia, las miniseries parecen términos desconocidos en las oficinas de producción de los canales. Todo es reality. Pero hay excepciones monumentales.  Aquellas franquicias de Yo me llamo (Teleamazonas) y Ecuador tiene talento (Ecuavisa) fueron imbatibles en la audiencia demostrando que la honestidad a la hora de producir, incluye también la compra de un formato, de una licencia. Copiar al carboncillo un reality y cambiarle el nombre es una viveza criolla que pasa factura (en ventas y en rating).

No hubo el surgimiento de nuevas figuras en la animación. Urgen cambios.

Por lo demás se les desea un feliz y novedoso 2015.