Ecuador / Martes, 07 Octubre 2025

La casa fue alquilada con cuerpo de extranjero sepultado en el portal

La excavación inició cerca de las 22:00 con la colaboración de miembros del Cuerpo de Bomberos.
Foto: Juan Carlos Holguín / El Telégrafo

La última vez que Joseph vio a su amigo Gilchrist Jonathan Charles, de 56 años, fue el 12 de octubre de 2016. Sin embargo, denunció su desaparición el 15 de enero de este año porque recibió respuestas desde su teléfono hasta diciembre; según información de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Secuestros, Extorsiones y Desapariciones de Personas (Dinased).

La víctima habitaba en el edificio Terramar, ubicado en el cantón Salinas, de la provincia de Santa Elena. Un guardia precisó que el 19 de octubre, él salió en su vehículo Hyundai Terracan, color blanco, y no regresó. El carro aún no ha sido encontrado por las autoridades.

El miércoles último, una mujer identificada como Maribel O. -quien era investigada por este caso- reveló que el cuerpo del extranjero estaba sepultado en el portal de la vivienda número 17 de la manzana 2553 de la cuarta etapa de la ciudadela Mucho Lote 1, en el norte de Guayaquil.

Inquilinos desconocían del cuerpo

El fiscal Santiago Rivadeneira informó que la excavación inició cerca de las 22:00 con la colaboración de miembros del Cuerpo de Bomberos, quienes tienen los implementos adecuados para destruir estructuras sin estropear lo que se encuentre cerca.

“Entramos con la respectiva orden de allanamiento y nos encontramos con capas de concreto. El cuerpo de un hombre estaba a dos metros de profundidad. En el sitio vivían unos inquilinos que desconocían que había un cuerpo enterrado, pues no percibían malos olores, estos se dispersaron cuando se rompió el piso”, señaló.

El funcionario agregó que dos personas quedaron detenidas. Una de ellas vivió en el inmueble durante el tiempo que se reportó la desaparición del extranjero. “No son familiares, ni amigos, son conocidos de la víctima”.

Además, precisó que se investigan la causa de muerte y la motivación del crimen, aunque se presume que tres o cuatro personas se confabularon contra él, porque tenía propiedades y dinero.

Ricardo Jairala, jefe de la Sexta Brigada del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, indicó que usaron martillos, neumáticos y cinceles para romper las capas de concreto. “El proceso se hace de manera pausada para que la Policía pueda efectuar las verificaciones”.

Segundo Chuma tiene una despensa que funciona en la misma vivienda hace 11 meses. Ayer, durante la mañana, no pudo trabajar porque continuaban las pericias y el mal olor era perturbador. “Los propietarios de la vivienda son colombianos, pero ellos la alquilaban. Por septiembre y octubre del año pasado arrendaron la casa a una mujer que se llama Maribel, una blanquita, simpática”.

El ciudadano indicó que hablaba poco con ella cuando le compraba en la tienda y sabe que se dedicaba a la venta de relojes y que vendía ropa que traía desde Perú.  

“Algunas veces hacían fiesta en la casa, pero siempre me voy a las 22:00 a mi casa, por eso no sé más”. Añadió que ahora habitaba en ese domicilio una pareja con su hija.

Un morador de la zona, que prefirió no decir su nombre, aseguró que los robos son constantes, pero “esto supera todo”. Una mujer que estaba junto a él también se quejó de la falta de seguridad y pidió que haya  más patrullajes. (I)