Motos robadas se venden en haciendas por $ 100
En 2012, la cantidad de motocicletas robadas a nivel nacional fue de 5.440, y en 2013 la cifra llegó a 6.144, según el último informe anual del Centro Ecuatoriano de Análisis de Seguridad Integral (Ceasi).
En 31 cantones ocurrieron estas sustracciones. Guayaquil (1.338), Quito (647) y Santo Domingo de los Tsáchilas (425) registraron la mayoría; mientras que los índices más bajos los tienen Chone (47), Orellana (45) y La Maná (43).
El destino de estos vehículos no está en los países fronterizos (Colombia, Perú), pues se comercializan dentro de Ecuador, en poblaciones rurales, donde los controles policiales y de tránsito no tienen la misma intensidad que en las zonas urbanas.
Un ejemplo de ello es lo que sucede en la Zona 8 de Policía (Guayaquil, Durán y Samborondón) explicó el jefe de la Brigada de Automotores de la Policía Judicial de Guayas, capitán Iván Toro, quien informó que en un operativo ejecutado en 2013 en la isla Puná encontraron 49 motos reportadas como robadas y las cuales habían sido adulteradas.
Estos vehículos también son comercializados en las haciendas, dijo Toro. En esos lugares, por su gran extensión, los empleados necesitan movilización, pero solo interna, pues no salen a la vía pública con los ciclomotores para evitar lidiar con las autoridades si los detectan, explicó.
Las fincas de los cantones Milagro, El Triunfo, Daule, Quevedo, Machala, entre otros, serían los paraderos de las motos, informó el oficial. Las comercializan en $ 100 o hasta en $ 200, agregó.
Descartó que salgan a países fronterizos porque es muy riesgoso para los delincuentes, además del otro lado también se las puede conseguir a bajo precio.
“La mayoría de motocicletas son chinas y las venden en esos sitios, porque el control es mínimo (dentro de las fincas). En Guayaquil circulan pocas motos robadas porque los operativos son constantes”, detalló.
El 70% de los vehículos son sustraídos cuando están estacionados, porque tienen un sistema de encendido fácil de vulnerar, indicó Toro.
Además, en algunos casos simplemente las embarcan en una camioneta y se las llevan, indicó.
El coronel Roosevelt Campos, jefe de Criminalística (encargado de la jefatura de la Policía Judicial de Guayas), manifestó que los compradores tienen conocimiento de la procedencia del artículo, pero las adquieren por su bajo costo y si se les dañan vuelven a comprar. “El delito persiste porque hay una demanda (compradores)”.
Pero las motos también se emplean para cometer otros delitos más graves, como el sicariato, aunque de esto no hay una estadística. El fiscal Julio Vacacela relató que en 2011 se desarticuló una banda de delincuentes que a más del robo de motos fue procesada por el asesinato de un policía.
Según los registros noticiosos de esa época, el grupo delincuencial, al que también se lo vinculó con casos de muertes por recompensa, fue responsable del asesinato de otro agente del orden que investigaba la muerte de su compañero.
Iván Toro comunicó que los operativos de control se efectúan en el sector urbano, en las calles, ferias de comercialización de vehículos, patios de compra-venta, talleres y en el sector rural, por las carreteras y vías de menor acceso. Las motos pasan por chequeo para descartar adulteraciones en el motor y chasis; también se revisa en la base de datos para confirmar si hay denuncia de robo.
Con respecto a los resultados, Toro reveló que de enero a abril de este año, en la Zona 8, 921 ciclomotores fueron reportados como robados, de ellos 575 se recuperaron e ingresaron a los patios de la Policía Judicial.