EE.UU. arrestó a más de 1.400 traficantes de personas en 2015
Boris S., un ciudadano ecuatorianocubano, acusado de trata de personas con fines de explotación sexual, llegó hace pocos días a Ecuador luego de que fuera detenido y extraditado desde Estados Unidos.
El individuo es considerado por la Fiscalía General del Estado (FGE) como uno de los líderes de una organización delictiva transnacional dedicada a captar mujeres cubanas y ecuatorianas, para trasladarlas al país norteamericano a través de Colombia, Panamá y Guatemala. Al llegar a Norteamérica eran explotadas sexualmente en centros nocturnos.
Las autoridades estadounidenses arrestaron en 2015 a 1.437 traficantes de personas en Estados Unidos e identificaron a 400 víctimas en todo el país, anunció el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). “Nuestros agentes especiales trabajan sin descanso para desmantelar las redes criminales de tráfico de personas y ayudar a sus víctimas”, señaló a través de un comunicado la directora de ICE, Sarah Saldaña.
Entre los detenidos está Paulino Ramírez Granados, alias ‘Pato’, quien fuera uno de los traficantes de personas más buscados en Estados Unidos. Agentes especiales identificaron y rescataron 26 víctimas, todas mexicanas. Además, detuvieron en esa operación a otros 19 traficantes de personas, miembros o socios del grupo delictivo ‘Los Granados’. Estos enamoraban a jóvenes mujeres mexicanas sin educación, las engañaban y obligaban a prostituirse en México. Después las metían ilegalmente en Estados Unidos y las llevaban a Nueva York, donde eran obligadas a ejercer la prostitución.
La ICE también desmanteló, en octubre, una red de tráfico sexual de personas que explotaba a mujeres latinoamericanas en burdeles ilegales en estados norteamericanos. Ahí rescataron 13 víctimas hispanas.
El caso ‘Medusa’ es uno de los más representativos en Ecuador. Aparte de Boris S., 11 personas fueron sentenciadas: 10 como autores y una como cómplice. Ellos cumplen condenas de 10 y 5 años de prisión, respectivamente, por trata de personas con fines de explotación sexual.
El juicio fue realizado en 2015. Dos de las 73 víctimas rescatadas relataron que fueron engañadas con una oferta laboral. La organización captaba a mujeres a través de una promesa de trabajo bien remunerado, pero debían cancelar los costos de viaje y documentación; $ 3.000. Una vez fuera de sus países, la deuda con intereses ascendía a $ 8.000, por lo que eran obligadas a cancelar ese valor con servicios sexuales.
En Ecuador, una de las últimas sentencias conseguidas por trata de personas fue en la provincia de Manabí. Edwin R., de 19 años, fue sentenciado a 16 años de privación de libertad como autor de este delito. La víctima fue una adolescente que había sido captada por el acusado para fines de explotación sexual a través de redes sociales. El individuo le ofreció trabajo en la prostitución bajo la modalidad de ‘prepago’. La remuneración era de $ 450 semanales por 2 a 3 horas diarias de trabajo, de martes a sábado en cantones de Manabí y fuera de la provincia.
La aprehensión de Edwin R. se dio cuando iba a efectuar con la víctima una prueba ‘sexológica’, en un hotel del puerto de Manta. Esta prueba, según versión del acusado, consistía en tener sexo con la adolescente para, supuestamente, enseñarle cómo utilizar el preservativo, tratar al cliente y diferentes posiciones sexuales.
De acuerdo con información de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), publicada en 2014, el delito de trata de personas afecta a prácticamente todos los países del mundo.
“Entre 2010 y 2012 se identificaron víctimas de 152 nacionalidades en 124 países”, según consta en el estudio. (I)