Seis cadáveres fueron hallados en un balneario de la comunidad de Tantali (Imbabura). Al parecer, las víctimas fallecieron por los gases tóxicos emanados de las aguas termales. Se presume que 4 de los occisos, miembros de una misma familia, viajaron desde Cañar para un ritual de curación. Los otros 2 serían curanderos locales. Se examina el agua para conocer su nivel de toxicidad.