Estimados lectores y amigos, hoy en que la principal fuente de ingresos del país se ve limitada por factores de orden internacional ajenos a nuestra voluntad, es necesario que volquemos nuestra atención a reforzar sectores que podrán ayudarnos a superar el duro momento que vivimos.
La agricultura, luego de la exportación de barriles de crudo, se constituye en una importante fuente de ingresos. Las manos de nuestros campesinos y jornaleros, junto con la fertilidad y riqueza de nuestro suelo patrio, permiten una envidiable producción de insumos varios, tales como banano, cacao, palma africana, café, caña de azúcar, entre otros, que son apreciados y comercializados en mercados internacionales como Estados Unidos, Japón, Rusia y la Unión Europea.
Es ahí, en nuestra tierra, donde hemos encontrado grandes resultados en el pasado y donde deberemos enfocarnos para generar una mayor y mejor producción, catapultando las fuentes de empleo que permitirán a millones de ecuatorianos llevar a casa el sustento de sus hogares.
Sin embargo, lo dicho, detrás de esta gran maquinaria llamada agricultura existe un sinfín de aristas que deben despejarse y consolidarse para que nuestros agricultores obtengan los resultados idóneos en su producción. Capacitación a nuestros agricultores en el uso y manejo de nuevas técnicas de producción; apertura de mercados que puedan captar un mayor volumen y variedad de nuestros productos; Respeto de los precios para la comercialización que permitan asegurar una estabilidad económica para los micro, pequeños y medianos productores; Erradicación del trabajo infantil, los niños deben educarse para generar un mejor futuro para ellos, sus familias y el país.
Tuve la suerte y bendición de haber nacido y crecido en el hermoso pero sacrificado sector agrario. Padecí los sin sabores que los monopolios ocasionan a nuestros productores, por lo que con sobra de conocimiento puedo afirmar que es tiempo de terminar con esta opresión, es imprescindible la creación de políticas públicas que permitan revolucionar y dinamizar la agricultura ecuatoriana.
Es tiempo de establecer un punto de equilibrio entre todos los sectores del quehacer agropecuario del país.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) tiene la misión impostergable de buscar nuevos y mejores días para nuestra agricultura y todos sus actores, en que tanto sectores públicos y privados armonicen criterios y estandaricen mecanismos que permitan el respeto de los precios, la apertura de los mercados, la capacitación de nuestros agricultores.
He sido y ahora con mayor eco soy también la voz de nuestros campesinos, jornaleros y demás agricultores en general, que día a día y de sol a sol trabajan sin descanso, librando las inclemencias del clima que los azota en cada estación, por ellos, para ellos, por un mejor futuro para todos nosotros, nuestra lucha inclaudicable hasta vislumbrar la reclamada Justicia Social.
¡Juntos somos invencibles! (O)