El Telégrafo
Ecuador / Jueves, 11 de Septiembre de 2025

El 10 de junio de 2019, Juan denunció en Quito que su pareja Lizeth H. S. fue secuestrada. El ciudadano relató que en la mañana llegaron desde Chone y fueron a un banco a retirar dinero de la cuenta de Lizeth. Ahí, la mujer le pidió que fuera a sacar una copia de la cédula y cuando regresó no la encontró.

Treinta minutos después empezó a recibir mensajes de voz de Lizeth, en los que le pedía ayuda, porque la secuestraron y estaba en un auto en movimiento. En otros mensajes le decía que la tenían amordazada y pretendían dormirla, que sus captores eran sus familiares cercanos y que creían que retiró mucho dinero.

Se efectuó el rastreo satelital al teléfono del que enviaba los mensajes la presunta secuestrada, y a las 22:00 del mismo día fue localizada a salvo, ilesa y sola, en un bus interprovincial en el que viajaba con rumbo a Chone.

Lizeth aseguró a los agentes de la Unase que era una broma para su pareja y que no fue secuestrada, pero igual fue detenida.

No es una broma simular un secuestro, estas acciones acarrean responsabilidades penales. Además consume tiempo y recursos del Estado, ya que se moviliza el aparato de justicia para atender estos casos y así evitar consecuencias lamentables”, apuntó la fiscal Mariana López. (I)