El Telégrafo
Ecuador / Lunes, 25 de Agosto de 2025

Constitución y trabajo infantil

Punto de vista

Uno de los grupos de atención prioritaria establecidos por la Constitución del Ecuador en el numeral segundo de su artículo 46, es el conformado por niñas, niños y adolescentes, otorgándoles una protección especial contra cualquier tipo de explotación laboral o económica, prohibiendo además el trabajo de menores de 15 años, imponiéndose para el mismo Estado la implementación de políticas de erradicación progresiva del trabajo infantil, siendo el caso del trabajo de los adolescentes una laboral excepcional que no podrá limitar su derecho a la educación.

No obstante, y a pesar de las políticas públicas implementadas por el actual gobierno, aún se puede encontrar a niños realizando tareas domésticas en  hogares de terceras personas, remunerados o no, o ejecutando diligencias y actividades en fábricas y oficinas, y qué decir de aquellos que encontramos en las calles, ya haciendo malabarismo entre los vehículos o pidiendo caridad.  

Día a día transcurre la vida de un gran número de niños ecuatorianos, desapercibida y oculta ante la mirada indiferente de muchos ciudadanos, generando circunstancias de vulnerabilidad para estos menores, quienes generalmente terminan sometidos a la explotación, así como al abuso físico y psicológico.

Por esta cruda realidad que vive no solo el Ecuador sino el mundo entero, desde el 2002 la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de la Organización de Naciones Unidas (ONU), declaró el día 12 de junio de cada año como Día Internacional contra el Trabajo Infantil, esto con el propósito de dar a conocer el alcance del problema y promover iniciativas para resolverlo, con la participación de los gobiernos, las empresas, los sindicatos, la sociedad civil, y todos y cada uno de nosotros.

La OIT hace año a año un llamado a todos los ciudadanos con el fin de promover un estado de conciencia y protección a los menores de edad, por medio del cual se puedan mejorar sus condiciones de vida, reduciendo la vulnerabilidad a abusos y a una vida alejada de la esencia infantil, su inocencia, su capacitación y progreso. En este sentido, la OIT ha fijado para este año la lucha por el mejoramiento de las siguientes condiciones:

Una educación de calidad, gratuita y obligatoria para todos los niños hasta por lo menos la edad mínima de admisión al empleo y emprender acciones para llegar a aquellos niños actualmente en situación de trabajo infantil; Nuevos esfuerzos para asegurar que las políticas nacionales sobre trabajo infantil y educación sean coherentes y eficaces; Políticas que garanticen el acceso a una educación de calidad e inversiones en personal docente.

Como ciudadanos debemos estar conscientes de la realidad que nos rodea, luchar por todos los medios para erradicar de nuestra sociedad el maltrato y la explotación infantil; busquemos una justicia social, que brinde a todos y cada uno de nosotros, en especial de las niñas, niños y adolescentes, las mismas oportunidades que deseamos y buscamos para nuestros hijos, solo así podremos alcanzar un mejor mañana.

 ¡Juntos somos invencibles! (O)