La judoca estadounidense Kayla Harrison escribió la última página de su brillante carrera al revalidar su título olímpico en la categoría de menos de 78 kilos en los juegos de Río-2016, antes de oficializar su retirada a los 26 años. Harrison, que fue víctima de abusos sexuales por parte de su primer entrenador cuando era joven, conmovió al mundo cuando conquistó la medalla de oro hace 4 años en Londres.
Esta vez la norteamericana impresionó por su sangre fría al subir de nuevo a lo más alto del podio. “Es mi legado, me retiro siendo bicampeona olímpica y una de las mejores atletas de este deporte”, dijo la actual número uno mundial.
Desbordante de convicción y de energía, esta deportista que sale del tatami trotando después de cada combate vivió una jornada perfecta. Tuvo la suerte de evitar a su gran rival, la brasileña Mayra Aguiar, derrotada en semifinales y que se tuvo que conformar con uno de los bronces. La estadounidense derrotó en la final a la francesa Audrey Tcheuméo con una llave de brazo.
Esta nueva medalla pone un dorado punto final a una carrera iniciada con un título mundial en 2010 y perturbada por las lesiones en los últimos años. (I)