El Telégrafo
Ecuador / Sábado, 23 de Agosto de 2025

Clement sonríe otra vez

El atleta estadounidense se llevó ayer la medalla de oro en los 400 metros vallas en los Juegos de Río, con una marca de 47,73 segundos.

El estadounidense Kerron Clement ganó ayer el oro en la prueba de 400 metros vallas de los Juegos de Río 2016, en una carrera en la que el puertorriqueño Javier Culson, bronce en Londres 2012, fue descalificado por una salida falsa.

Clement, que no había vuelto a subir a un podio desde que ganó la plata en los Juegos de Pekín 2008 y los oros en los Mundiales de Osaka 2007 y Berlín 2009 volvió a sonreír, mientras Culson lloraba, desconsolado.

El norteamericano, que marcó 47,73 segundos, el mejor tiempo de la temporada, ganó la prueba delante del keniano Boniface Mucheru Tumuti (47,78), que se colgó la plata, y el cubano nacionalizado turco Yasmani Copello (47,92), bronce, ambos batiendo los récords nacionales de sus países.

Clement, de 30 años, que nació en Trinidad y Tobago pero emigró a Estados Unidos con su familia cuando tenía 13, logra de este modo su primer oro olímpico. “Esta victoria es importante para mí. Estaba preparado mentalmente para esta carrera. Mostré determinación y ganas de victoria. Este oro lo quería con todo mi corazón”, dijo Clement.

Tras varios años sin estar en el primer plano, Clement vuelve a conocer las mieles de la victoria. Una serie de lesiones incidió en la ausencia de buenos resultados en todo ese período que pasó en blanco. Clement ganó fama fuera de las pistas de atletismo cuando apareció en un video de la cantante Beyoncé, en la canción ‘Run the World’, tras haber sido invitado a asistir a la filmación por un amigo bailarín de Los Ángeles.

El cubano Copello, que defiende los colores de Turquía, se acordó de su madre cuando ganó el bronce. “Mi madre estará llorando”, expresó el atleta de 29 años.  

Copello, que adquirió la nacionalidad turca en 2014, se proclamó campeón de Europa de la especialidad en julio, en Ámsterdam, con su país de adopción. Ayer se quedó con el bronce que ganó hace cuatro años el puertorriqueño Javier Culson en Londres 2012, que corría en la calle tres y que fue descalificado por una salida falsa. Cuando el juez se le acercó para comunicarle su decisión, el puertorriqueño de 32 años se agachó y, muy afectado, se llevó las manos a los ojos para esconder sus lágrimas.

Tras la plata en los Mundiales de Berlín 2009 y Daegu 2011, además del bronce de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Culson buscaba en Río de Janeiro su cuarta medalla en un evento importante. “No quiero estar aquí, quiero irme para mi casa”, manifestó Culson. (I)