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Contraventores de tránsito recibirán charlas sobre el COIP

Fachada del centro provisional de los conductores infractores, que se encuentra al norte de Quito. Foto: Álvaro Pérez / EL TELÉGRAFO
Fachada del centro provisional de los conductores infractores, que se encuentra al norte de Quito. Foto: Álvaro Pérez / EL TELÉGRAFO
21 de agosto de 2014 - 16:06

Más de 80 personas que cometieron contravenciones de tránsito se encuentran en las instalaciones temporales del Centro de Detención de Infractores de Tránsito, en el norte de Quito. 

Esta es una de las primeras medidas que adoptó el Municipio, luego de que ayer el Ministerio de Justicia le entregó las competencias sobre el control de tránsito.

Anteriormente, cuando la Policía Nacional ejercía los controles sobre los conductores, las personas detenidas por alguna infracción eran trasladadas a 3 Centros de Detención Provisional (CDP).

Una vez que el Cabildo asumió esta responsabilidad, los detenidos se encuentran en las instalaciones, ubicadas al norte de la capital, cerca a la Terminal Terrestre de Carcelén.

Ledy Zúñiga, ministra de Justicia, indicó ayer que “este proceso se efectuó en base al traspaso de competencias en materia de tránsito que tiene que asumir todos los municipios a nivel nacional, lo cual incluye el manejo de los centros de detención”.

Jaime Bonilla, coordinador del Centro de Detención de Infractores de Tránsito, aseguró que el paso de las personas detenidas se realizó con normalidad y garantizó que esta locación, aunque sea momentánea, tiene una buena infraestructura para garantizar la comodidades de los detenidos. 

Sin embargo, este espacio será transitorio. El coordinador indicó que el Municipio entregó 2 predios, los cuales tendrán una capacidad para 150 personas cada uno y se adaptarán a las necesidades de los detenidos.

Uno se encuentra al sur de Quito, en el sector La Lucha de los Pobres. En 2015 está prevista la remodelación de las instalaciones que anteriormente correspondían a un centro educativo.

El segundo centro se localizará al norte de la capital, en el sector de Calderón. En ambos lugares está prevista la implementación de habitaciones, baños de primer orden, áreas deportivas (canchas de fútbol y básquet), cámaras de seguridad y comedores.

"Antes los contraventores se servían la comida en la cama y eso no es salubre", recordó Bonilla, quien manifestó que ahora hay un comedor para ellos.

Orientación a los conductores

Otro de los cambios que tendrán estos centros son las aulas para instruir a los contraventores.

Para ello, se implementarán charlas con base a una malla curricular. Los temas previstos van desde Legislación de Tránsito hasta motivación en los conductores e incluso la aplicación del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

"Con estas clases queremos que los infractores sepan por qué están acá, cuál fue el error que se cometió. Nuestra idea es capacitarles. No son delincuentes, no son asesinos, es una persona que cometió un error", reiteró el director.

Tentativamente, 15 personas ofrecerán la capacitación. De momento se están estableciendo las horas de charlas, pero se estima que se darán al menos unas 3 horas diarias, dependiendo de la infracción y del número de días que se encuentre el detenido en el centro contraventor (puede ir desde los 3 días hasta el mes).

Bonilla indicó que los motivos más frecuentes de detención son por conducir en estado etílico y por exceso de velocidad; los días más críticos son los jueves, viernes o sábado. Por ello, se están haciendo controles para que los agentes metropolitanos realicen operativos de concienciación.

"El personal detiene a una persona, hace que llamen a un familiar, quien viene a retirarla junto con el vehículo y le advertimos que en la próxima será detenido", dijo.

Opinión de familiares

Familiares de los contraventores reaccionaron favorablemente ante la medida. Rosario J. (49 años) llegó esta mañana para visitar a su esposo, quien tiene que cumplir prisión de 15 días.

Él fue detenido la madrugada del sábado cuando se dirigía con su camioneta hacia la casa en Carapungo (norte de Quito).

"Fue detenido en una batida. Él iba muy rápido. Los chapas cayeron en cuenta, lo agarraron y lo llevaron a Calderón, donde ponen al resto de borrachitos", contó la mujer.

Ayer, Rosario llegó a visitarlo y se enteró de la medida. Inmediatamente llegó hasta el centro. Opinó que las nuevas instalaciones son mejores. "Son más amplias y la gente puede salir a tomar el sol", comentó.

 

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