La secretaria de prensa de Donald Trump, Karoline Leavitt, provocó polémica tras calificar como "estúpida" la pregunta de una periodista sobre el respaldo del presidente a las marchas pacíficas previstas para este sábado. 

La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, respondió con dureza a la prensa este miércoles al ser consultada sobre si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,  apoyaría las protestas pacíficas convocadas para el sábado. “Por supuesto que el presidente apoya las protestas pacíficas. Qué estúpida pregunta”, respondió en una rueda de prensa.

Las manifestaciones coincidirán con el desfile militar que tendrá lugar en Washington para celebrar los 250 años del Ejército estadounidense, evento que además coincide con el cumpleaños número 79 del mandatario estadounidense. Colectivos ciudadanos han anunciado movilizaciones en rechazo a la "militarización del país", lo que ha generado preocupación entre autoridades locales.

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El conflicto se trasladó a varios estados

En ciudades como Los Ángeles, las tensiones se han elevado. Este martes se impuso el primer toque de queda desde el inicio de las manifestaciones contra las redadas migratorias, mientras que en Nueva York se reportaron enfrentamientos entre manifestantes y agentes en las inmediaciones de la sede del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).

Los incidentes también se extendieron a otras ciudades como Chicago, Denver, Las Vegas, Atlanta, Filadelfia, Boston y Washington.

Ante esto, el presidente Trump ordenó el despliegue de 4.000 miembros de la Guardia Nacional y 700 marines, una medida duramente criticada por el gobernador de California, Gavin Newsom, y por la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, quienes calificaron la decisión como una acción provocadora y excesiva.

En medio de la tensión, Trump advirtió que podría invocar la Ley de Insurrección, lo que le permitiría usar al Ejército en suelo estadounidense para contener las protestas. Según la administración, las movilizaciones representan una amenaza a la seguridad nacional. “No permitiremos que una ciudad estadounidense sea invadida por un enemigo extranjero”, declaró el mandatario.

Mientras tanto, continúan las protestas en distintos puntos del país. En Atlanta, decenas de personas marcharon con banderas estadounidenses y mexicanas, exigiendo el cese de redadas migratorias.

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