El Telégrafo
Ecuador / Martes, 26 de Agosto de 2025
Internacionales

“Mi madre sigue viva”: el pedido desesperado del hijo de la alpinista rusa en el Tien Shan

Una alpinista rusa lleva desaparecida desde hace 14 días en medio de la cordillera del Tien Shan. Tiene una pierna rota.

 Un dramático caso mantiene en vilo al mundo del montañismo: Natalia Nagovitsyna, una alpinista rusa, sufrió un grave accidente el pasado 12 de agosto mientras descendía del Pico Pobeda, la cumbre más alta de la cordillera de Tien Shan con 7.439 metros de altura, donde se fracturó una pierna.

Desde entonces, los intentos por rescatarla se han visto frustrados por las extremas condiciones climatológicas: tormentas de nieve, vientos violentos y temperaturas que descienden hasta –30°C.

Una tragedia en cadena

Nagovitsyna recibió los primeros auxilios de su guía, Roman, y de varios compañeros. Sin embargo, durante los esfuerzos de apoyo, la tragedia se agravó: un alpinista italiano murió tras sufrir un edema cerebral cuando intentaba hacerle llegar comida y un saco de dormir, acompañado de un montañista alemán.

La angustia de la familia

A pesar de que los equipos de rescate consideran prácticamente imposible que la alpinista siga con vida, la familia de Natalia se niega a perder la esperanza. Su hijo ha hecho un llamado desesperado a las autoridades para que continúen la búsqueda, asegurando que imágenes captadas por un dron mostrarían que su madre aún resiste en la montaña.

No obstante, expertos en alta montaña aseguran que, dadas las condiciones extremas y el tiempo transcurrido, la posibilidad de supervivencia es mínima.

Un rescate al límite

El caso ha puesto en evidencia los riesgos del alpinismo en las cumbres más inhóspitas del planeta, donde incluso los equipos de rescate se ven superados por la falta de oxígeno, las tormentas y el frío extremo.

Mientras tanto, el llamado del hijo de Nagovitsyna mantiene viva la exigencia de no abandonar la búsqueda, en medio de una operación que ya ha cobrado la vida de otro montañista y que enfrenta la crudeza implacable de la montaña.

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