Ecuador / Jueves, 18 Septiembre 2025

¿Quién fue Carlo Acutis, el “influencer de Dios”, se convierte en el primer santo millennial de la Iglesia?

El papa León XIV presidió la ceremonia de canonización de Carlo Acutis. Al joven que murió en 2006 se le atribuyen dos milagros.
Foto: EFE
El papa León XIV presidió la ceremonia de canonización de Carlo Acutis. Al joven que murió en 2006 se le atribuyen dos milagros.

Carlo Acutis, un adolescente italiano apodado el “influencer de Dios”, fue canonizado este domingo 7 de septiembre de 2025 en Roma, convirtiéndose en el primer santo millennial de la Iglesia Católica. La ceremonia, presidida por el papa León XIV, fue la primera canonización de su pontificado, tras ser elegido en mayo.

Acutis murió a los 15 años en 2006 debido a una leucemia aguda. Su corta vida estuvo marcada por una profunda fe y por el uso de internet para difundirla, lo que le ganó reconocimiento mundial. El Vaticano le atribuye dos milagros: el primero, reconocido en 2020, permitió su beatificación en Asís; y el segundo, en 2022, abrió el camino para su santidad.

Durante la ceremonia, el Papa destacó a Acutis y a Pier Giorgio Frassati —también canonizado ese día— como ejemplos para la juventud:

“El mayor riesgo en la vida es desperdiciarla fuera del plan de Dios. Los nuevos santos son una invitación para no malgastar nuestras vidas, sino convertirlas en obras maestras”, dijo León XIV.

¿Quién fue Carlo Acutis?

Nacido en Londres en 1991 y criado en Milán, Carlo sorprendió a sus padres —que no eran devotos— con una religiosidad intensa desde pequeño. Asistía a misa diariamente y dedicaba horas a la oración, inspirando incluso el regreso de su familia a la Iglesia.

A la par, mostró un talento precoz para la informática: programaba desde niño y creó un sitio web dedicado a documentar milagros eucarísticos en todo el mundo. Su visión lo convirtió en una figura cercana a los jóvenes, a quienes advertía que internet podía ser “una bendición o una maldición”.

Acutis también dedicó tiempo a ayudar a los más necesitados en Milán, repartiendo mantas y alimentos. Falleció el 12 de octubre de 2006 en Monza, y fue sepultado en Asís, ciudad ligada a San Francisco.

El camino a la santidad de Carlo Acutis

Para que una persona sea canonizada, la Iglesia Católica exige tres condiciones:

  1. Que hayan pasado al menos cinco años desde su muerte.

  2. Que haya llevado una vida cristiana ejemplar.

  3. Que se le atribuyan al menos dos milagros, uno de ellos posterior a la beatificación.

En el caso de Carlo Acutis, fallecido en 2006, su proceso avanzó con rapidez. Fue beatificado en 2020, después de que el papa Francisco aprobara el primer milagro. El segundo, reconocido en 2022, abrió definitivamente el camino a su canonización. Ambos fueron examinados en detalle por el Dicasterio para las Causas de los Santos, con la participación de médicos y teólogos, quienes concluyeron que se trataba de curaciones sin explicación científica.

Primer milagro: la curación de un niño en Brasil

El primer milagro atribuido a Acutis fue la recuperación de un niño brasileño de 7 años que padecía un extraño trastorno pancreático. En 2020, tras entrar en contacto con una reliquia del joven beato —un trozo de una camiseta suya—, el menor sanó de manera inexplicable. Este hecho permitió su beatificación.

Segundo milagro: la recuperación de una joven en Costa Rica

El segundo milagro, reconocido en 2022, ocurrió en Costa Rica. Una mujer llamada Liliana peregrinó a la tumba de Acutis en Asís para rezar por su hija Valeria, estudiante universitaria en Florencia, quien había sufrido un traumatismo craneoencefálico tras caer de su bicicleta.

Los médicos le daban pocas probabilidades de sobrevivir, pero el mismo día de la oración, Valeria comenzó a respirar por sí sola. A partir de ese momento su recuperación fue sorprendentemente rápida: en cuestión de semanas volvió a la normalidad. Vatican News detalló el caso como una intercesión milagrosa atribuida a Carlo Acutis.


Hoy, Carlo es venerado como el “patrono de internet” y un modelo de fe para las nuevas generaciones, un santo que conecta lo digital con lo espiritual.