La delegación de paz de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijo ayer que no ha recibido información todavía de sus combatientes que operan en el sur de Colombia sobre un combate en la frontera con Ecuador, en el que murieron un oficial ecuatoriano y cinco irregulares.
El presidente de la República, Rafael Correa, ordenó el pasado viernes a las Fuerzas Armadas repeler cualquier ataque desde Colombia, tras la muerte del militar ecuatoriano en un combate con presuntos guerrilleros en la frontera, el pasado jueves. El Ministerio de Defensa colombiano afirmó que los irregulares eran miembros de las FARC.
“Nosotros aún no tenemos un pronunciamiento del Bloque Sur (de las FARC), que es el que opera en la parte de (los departamentos de) Nariño, Putumayo, toda la región sur de Colombia”, dijo a la prensa Jesús Santrich, integrante de la delegación que negocia la paz con el Gobierno colombiano en La Habana.
“Sí cabe una reflexión en el sentido de que desafortunadamente el conflicto colombiano en determinados momentos tiende a desbordarse, a generarle dificultades no solamente a los países fronterizos hermanos, sino una situación de inestabilidad en todo el continente”, agregó Santrich, al término de un ciclo de pláticas y el inicio de un receso hasta el 19 de agosto.
En Ecuador se informó que el combate se produjo después de que soldados ecuatorianos cercaran a un grupo armado que incursionó en su territorio y le exigió que se rindiera. Sin embargo, estos abrieron fuego contra los militares, mataron a un teniente e hirieron a un soldado.
Las tropas dieron muerte a cinco de los miembros del Comando y capturaron a otros dos. Tras el enfrentamiento, el Gobierno exigió a Colombia reforzar el control militar en la frontera común.
El Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) -la guerrilla más antigua de América Latina con unos 8.000 combatientes- iniciaron en noviembre de 2012, en La Habana, un proceso de paz. AFP