Ecuador / Martes, 21 Octubre 2025

Crecida del río Tinajillo afectó a los moradores de Sangolquí

Trabajadores del Municipio de Rumiñahui limpian los efectos del desborde del río Tinajillo. Foto: Álvaro Pérez
La acumulación de basura y escombros causó el desborde, de acuerdo con las autoridades

La acumulación de basura, de escombros y un fuerte aguacero, fueron las causas para el desbordamiento del río Tinajillo, ubicado en el barrio Terán Barrera, en el cantón Rumiñahui (vecino de Quito).

El hecho sucedió la tarde del martes y afectó principalmente a la vivienda de la familia Villanueva.

José Pérez, director de la empresa de agua potable de Rumiñahui, señaló que “el cauce natural del río es de 2 metros; se va estrechando en el camino y la aglomeración de basura tapona el lugar. Además, en el terreno que colinda con el río se encontraba un cerramiento. Por todos esos obstáculos y con la lluvia, el agua empezó a subir y no tuvo desfogue. Entonces, el nivel del líquido se elevó y se desbordó hacia la vivienda. Pedimos a la gente que tenga más cuidado y no arroje desperdicios en el río”.

Maquinaria del Cabildo se encontraba ayer en el lugar y realizaba labores de limpieza tanto en la propiedad como en los bordes del río.

Mientras que en los próximos días se revisarán las condiciones del afluente en otros sectores, pues el río recorre casi 2 km.

Luz Ángela Narváez vive en la casa afectada. La moradora señaló que vivió momentos de angustia junto a su hijo de 20 años. “La lluvia era fuerte y de repente, el río se nos vino encima y el lodo entró a nuestras casas. Se me dañaron el refrigerador y varias prendas de vestir. Esto parecía un océano. Tenía mucho miedo, no sabía qué hacer. Aunque lo importante es que mi hijo y yo estamos bien”.

Narváez afirmó que los bomberos llegaron a los 20 minutos de ocurrido el incidente. De igual manera, comentó que el Municipio llegó este miércoles (ayer) al lugar para limpiar el lodo que entró en las casas.

Según la Alcaldía de Rumiñahui, el sistema de alcantarillado en el cantón se encuentra cubierto en un 90%, pero, de acuerdo con los moradores, la situación de los cauces fluviales y las quebradas resulta preocupante.