El presidente Rafael Correa afirmó ayer que la transnacional petrolera Chevron jamás reparó el daño ambiental que causó su subsidiaria Texaco en la Amazonía ecuatoriana por la explotación de petróleo.
En el Enlace Ciudadano 337 realizado en el barrio Atucucho (noroccidente de Quito), el Mandatario sostuvo que en el Gobierno de Jamil Mahuad la compañía Chevron Texaco afirmó dolosamente que había efectuado la reparación ambiental, lo cual fue mentira, tal como lo demostraría un informe de la Contraloría General del Estado.
El Jefe de Estado subrayó que en la administración de Mahuad, el exministro de Energía y Minas, Patricio Ribadeneira; Ramiro Gordillo, presidente ejecutivo de Petroecuador; Ricardo Reyes Vega, vicepresidente de Texpex, y Rodrigo Pérez Pallares, abogado de Texaco, suscribieron un acta final de los trabajos de remediación ambiental en la región amazónica del Ecuador, a pesar de que estos no se ajustan a los términos contractuales.
“Esto fue doloso”, dijo el titular del Ejecutivo al señalar que así lo demuestra la Contraloría en un informe técnico realizado a la compañía Texaco Petroleum Company. Ese informe señala que la empresa petrolera subcontrató a firmas no calificadas para gran parte de la remediación ambiental.
Además, el informe establece que el contrato no fue cumplido ni fiscalizado a cabalidad, perjudicando enormemente los intereses ecuatorianos; también sostiene (el documento) que existió un inventario inicial de piscinas incompleto, habiéndose detectado actualmente que faltan más de 200 piscinas que no fueron consideradas.
Dicho análisis de Contraloría señala también que existen piscinas con fallas técnicas en proceso de reparación que requieren ser remediadas nuevamente.
Otro tema que se registra en el documento es que falta proceder con el tratamiento y destino final del crudo degradado almacenado en Sacha en un volumen de 50.000 barriles.
“Tampoco se realizó la reinyección de agua de formación en la mayoría de estaciones de producción; no se han remediado los derrames ocurridos durante el tiempo de operación de Texaco, la revegetación de los terrenos de las piscinas se hizo de forma irregular e inadecuada”, añade el documento.
Texaco, según ese informe, no acepta fiscalización alguna del Gobierno ecuatoriano en la ejecución de los trabajos y reseña que el equipo de la Contraloría que elaboró el estudio comprobó la ausencia de remediación por medio de una serie de evaluaciones de campo realizadas entre los años 1997 y 2000 en los que observaron que la contaminación está aún presente en los sitios supuestamente remediados.
“Ese documento que se firmó con el Gobierno de Jamil Mahuad fue doloso, era mentira, era el entreguismo de los gobiernos ecuatorianos a la transnacional”, aseveró el gobernante.
El presidente Correa insistió en que con ese acuerdo doloso en el cual se basa Texaco para decir que ellos remediaron todo es improcedente, porque fue suscrito entre la transnacional y el Gobierno, y de que el Gobierno no iba a reclamar nada.
Reiteró que con el convenio se estafó al pueblo ecuatoriano, al Gobierno, al Estado, como era costumbre por la corrupción en contubernio con las transnacionales.
Y sobre el juicio entablado contra la petrolera, a nombre de su actual propietaria (Chevron), dijo que el documento eximía de responsabilidad al Estado, pero no evitaba que particulares iniciaran una querella, como efectivamente ocurrió.
Saneamiento en Guayaquil
En otro tema, el presidente Correa se refirió a obras que el Gobierno ejecuta en la ciudad de Guayaquil.
El Mandatario se refirió, por ejemplo, a los trabajos que se realizan en las riberas del Estero Salado como una regeneración integral donde, entre otras cosas, se planea tener para el año 2015 a 8.175 familias reubicadas.
Y añadió que además se buscará dar solución al tema del alcantarillado, ya que más de 78.733 familias que no cuentan con este servicio se ven obligadas a depositar sus residuos sólidos al estero. Para mejorar este tema se deberá contar con la colaboración de los moradores, para que no se dé esta situación.