Una intensa tormenta caída la tarde de ayer, en Quito, produjo inundaciones y daños materiales en el sur de la capital.

En el sector del Beaterio, por ejemplo, la crecida de la quebrada Congo arrastró un taxi que se encontraba en las orillas del cauce. Moradores del sector ayudaron a rescatar a una mujer y 2 niños que se encontraban en su interior. El taxista al parecer fue arrastrado por la corriente y está desaparecido.

Cristian Rivera, director del COE local, indicó que la búsqueda del conductor se prolongó hasta las 18:30 y será retomada hoy.  

Por otro lado, el ECU-911 informó que el agua se acumuló en las calles Cóndor Ñan y Lira Ñan, en Quitumbe (en el sur). Debido a ello, una casa resultó inundada.

De igual manera, el líquido causó problemas en la zona de Turubamba, entre las calles Rumichaca y San Agustín; y algo similar ocurrió en el sector de Chillogallo. En la zona, la lluvia estuvo acompañada de granizo, por lo que el estadio de Aucas parecía una pista de hockey.

Entre tanto, alrededor de 60 trabajadores de la constructora Hidalgo & Hidalgo, divididos en varios turnos, siguen evacuando el material suspendido en la ladera ubicada en el kilómetro 28 de la carretera Alóag-Santo Domingo.

La labor se desarrolla entre las 06:00 y las 11:00, momento en el que se habilita temporalmente el tránsito por la ruta que une a Quito con el Litoral ecuatoriano. La tarde de ayer se dispuso el cierre de la ruta por aludes en los kms 28 y 38.

Una parte de la limpieza se realiza prácticamente a mano, también se dinamitan las rocas que permanecen “aferradas” al talud. Se utilizan cargas de distinto poder explosivo, pero generalmente es de baja fuerza, ante el riesgo de desestabilizar la montaña.

Entonces entran en acción las retroexcavadoras para aflojar el material que posteriormente se desprende.

El personal de la empresa y funcionarios de las prefecturas de Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas tienen previsto evaluar este fin de semana la posibilidad de extender el horario de circulación desde las 06:00 hasta las 18:00 a partir de este lunes.

Una decisión al respecto se conocería mañana. Esa medida esperan con ansia los habitantes de los poblados que bordean la arteria, para quienes la apertura restringida “no es negocio”, como dijo ayer Fausto Paucar, vulcanizador que estableció un negocio hace pocos meses en el lugar conocido La Virgen, un tradicional punto de parada de transportistas y viajeros durante sus desplazamientos.

Paucar afirmó que antes del 19 de marzo, cuando empezó el cierre de la carretera, ganaba hasta $ 30 diarios con su trabajo y ahora obtiene $ 2 a lo sumo. “Nadie se detiene a cambiar una llanta, aunque la tenga ‘en lonas’. A lo sumo piden aire y eso significa $ 0,50”, apuntó.

Deslaves en Guayaquil

En los cerros Santa Ana y del Carmen, debido a las recientes lluvias, se han registrado deslaves que han comprometido la estructura de propiedades, según reporte de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).

En el trayecto hacia la Subdirección Regional de Salud 8 (cerro del Carmen), se observa que parte de un muro de contención está destruido porque no soportó el peso de agua y lodo que llegó desde las partes elevadas, indicaron policías que custodian el sector.

Mientras que en el cerro Santa Ana, en la ladera norte, la SGR identificó una vivienda que está por colapsar tras el desprendimiento de tierra. Sin embargo, los moradores -que prefirieron el anonimato- se niegan a abandonar el sitio.

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El Municipio conoce de los sectores más vulnerables, tales como riberas de esteros y laderas de cerros, gracias a un estudio realizado por la SGR, indicó la titular de esta dependencia, María del Pilar Cornejo.

Nueva Prosperina, Monte Sinaí, Paraíso de la Flor, Flor de Bastión, entre otros, están identificados como zonas vulnerables.

Cornejo puntualizó que existen acercamientos con los gobiernos municipales con el objetivo de prevenir y reubicar a las familias.

Desbordamiento en la frontera

El canal internacional que divide a Ecuador con Perú se volvió a desbordar ayer por los torrenciales aguaceros caídos en los últimos días en esa región.

Varios sectores de Huaquillas quedaron inundados. Unas 30 familias fueron evacuadas por los organismos de socorro, hasta que el caudal baje. El río Zarumilla se salió de su cauce perjudicando a comerciantes que se encuentran en la zona de Playita Sur. Los vendedores de Huaquillas y de Aguas Verdes (Perú) son los más perjudicados, pues están asentados en una zona baja.  

El volumen del río, de acuerdo a reportes de autoridades, superó los 1.000 metros cúbicos por segundo.

Los comerciantes se las ingeniaron para cruzar de lado a lado la mercadería para venderla. “La vez pasada salimos a los albergues, pero regresamos porque el agua ya había bajado. Sin embargo, ahora ya nos vamos a salir porque el agua de nuevo ingresó a mi casa”, así lo expresó la afectada Bertha Miranda. (I)

DATOS

Una camioneta quedó atrapada por un derrumbe, la noche del jueves, en el sector Gualleturo, en la provincia del Cañar, con los dos ocupantes en su interior.

Los cuerpos de socorro de Azuay y Cañar colaboraron en el rescate de las personas, a quienes les daban instrucciones para que no se desesperaran ni rompieran los vidrios hasta que llegaran los expertos. “Lo importante es que fueron sacados con vida”, sostuvo Fernando Figuero, director del ECU-911 del Austro, con sede en Cuenca. El funcionario afirmó que las operaciones de rescate tardaron media hora.

En Huaquillas, por la inundación el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), cantonal, permanece activado. Elementos de las Fuerzas Armadas de los destacamentos cercanos ayudaron a la evacuación de las familias. El anegamiento se produjo la noche del jueves. (I)