Quito.-

El halcón peregrino es el ave rapaz más veloz del planeta. De hecho, tiene una caída en picada que alcanza los 300 kilómetros por hora, que sería la misma velocidad de un avión al despegar. “Si el aire entrara en su cabeza a esa velocidad, le estallaría el cráneo, pero esta especie tiene 2 hoyos en el pico -conocidos como tubérculos- que revolucionan el aire y hacen un remolino, lo que permite que el aire no entre al cráneo”, explicó Ruth Muñiz, directora científica del Programa de Conservación del Águila en Ecuador.

La experta participó junto al personal médico del Zoológico de Guayllabamba en la recuperación de esta ave encontrada hace un mes en la zona de Ascázubi (vía Quinche). La hembra, de aproximadamente un año, se estima que llegó a Ecuador desde EE.UU. y estaba deshidratada. Sus patas de color amarillo profundo denotan que se trata de una especie joven. “Es algo curioso, pero las escamas de la pata central y la forma en la que están dispuestas son su huella digital”, comentó Muñiz minutos antes de liberar a la especie en el parque Jerusalén, de la capital.

Juan Manuel Carrión, director del Zoológico de Quito, en Guayllabamba, aseguró que esta especie migratoria y cosmopolita, que es capaz de volar del Círculo Polar Ártico a la Antártida, estuvo en peligro de extinción en Ecuador en la década del 70. A su criterio, tiene una importancia trascendental porque fue la primera ave que llamó la atención por el riesgo de extinción.

Según Carrión, en esa época se usó gran cantidad de pesticidas en los campos. Los pájaros pequeños, al alimentarse de insectos y grillos que se exponían a los pesticidas, acumularon grandes cantidades de veneno en su cuerpo. Estas aves, a la vez, servían de alimento para los halcones peregrinos, lo que causó una cadena de envenenamiento.

Si bien hoy no están en peligro de extinción, los expertos afirman que aún no han sido monitoreadas ni estudiadas a profundidad. Por ello, en la pata del halcón peregrino liberado se colocó un anillo amarillo con el número 4. Ninguna otra ave tendrá esta herramienta, pues desde ahora será el distintivo para ubicarla si en alguna otra ocasión la vuelven a avistar. También se liberó a un quilico hembra encontrado en el valle, accidentado en una terraza.