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“Hijos de Chávez” dan última demostración de fuerzas antes del 14-A
La campaña electoral en Venezuela vive sus últimas horas y, al igual que lo hiciera la oposición el domingo anterior, el chavismo salió a las calles para dar una última muestra de poder proselitista a su candidato, Nicolás Maduro.
El presidente interino de la nación caribeña tuvo hoy una extenuante jornada, algo que ha sido el factor común en esa maratónica campaña electoral de apenas 10 días de cara a las elecciones presidenciales que buscan un sucesor al fallecido Hugo Chávez. Fue así que el postulante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) primero visitó Maracaibo, en el estado de Zulia, para luego, en horas de la tarde y noche, asistir a una multitudinaria concentración en el centro de Caracas, llegando a reunir -según datos del Gobierno- a 3 millones de personas que coparon siete avenidas en el corazón de la capital.
Maduro, en su alocución que duró un poco más de una hora, invitó a los seguidores del PSUV se movilicen este domingo para alcanzar los diez millones de voto. El postulante copó su intervención de referencias a Hugo Chávez en las que recorrió la vida política del mandatario fallecido y reiteró que participa en estos comicios no por una decisión personal, sino porque Chávez le dejó un mandato que tiene que cumplir.
El candidato oficialista aseguró que las bases chavistas están “preparadas para esta batalla y para las que sea” y les pidió que estén en “alerta máxima” porque la oposición no va reconocer los resultados oficiales. “Sin caer en provocaciones, estén atentos porque ellos (la oposición) no van a reconocer la decisión del pueblo, porque ellos saben que Nicolás Maduro ganará con no menos de 10 millones de votos y con 15 puntos de diferencia”, aseguró.
La intervención culminó emitiendo el último mensaje público que diera Hugo Chávez antes de viajar el 8 de diciembre pasado para operarse de su cáncer y en el que pedía a la población votar por Nicolás Maduro en caso de que le “pasara algo”.
Bases se movilizaron desde temprano
Desde tempranas horas Caracas se vio convulsionado por el ya clásico traslado de chavistas hacia un cierre de campaña que tuvo un doble significado: respaldar a Maduro, quien se autocalifica como el abanderado de Chávez; y el aniversario de los once años del golpe de Estado en Venezuela. Para facilitar el viaje de los seguidores del PSUV el gobierno central dispuso que el servicio del metro sea gratuito, algo que motivó que los vagones vayan repletos de chavistas.
Ya para las 14:00 la avenida Simón Bolívar, arteria vial en la que se ubicó la tarima principal del acto, estaba copada de seguidores, cada uno con su historia particular para poder “cumplirle a Chávez”. Ese fue el caso de Marta Vargas, de 54 años, quien adelantó todas sus actividades en su hogar para a las 11:00 de la mañana llegar al sector de La Hoyada para unirse a la “marea roja”, como los chavistas llaman a su movilización. Junto a ella está, con una sonrisa más que amplia, su hijo Martín de 24 años quien es cuadrapléjico desde su nacimiento. Vargas comentó que su presencia en la movilización es una forma de “agradecimiento” y de “lealtad” hacia Hugo Chávez por las atenciones que ha recibido Martín. “El Gobierno lo llevó hasta Cuba para que sea atendido y cada mes, recibimos una pensión que nos permite cubrir su atención”, manifestó la ama de casa quien estuvo ataviada de pies a cabeza con indumentaria roja. “Él estará muerto físicamente, pero sus ideales están más vivos que nunca”, reafirma Vargas mientras empuja la silla de ruedas de su hijo y busca, con bastante angustia, una calle que desembocara en la Plaza Bolívar en donde toparía con vecinas suyas.
Pero el acto masivo en Caracas también sirvió para que figuras foráneas también se pasearan ante las bases chavistas para presentarles su respaldo. Dentro de ese grupo estuvo la asambleísta ecuatoriana María Augusta Calle que llegó a la capital venezolana por una invitación del PSUV. “Estoy aquí no como legisladora de Ecuador sino como revolucionaria”, indicó minutos antes de pasar a una tribuna designada para invitados en el acto.
Calle confesó su preocupación por posibles enfrentamientos entre chavistas y miembros de la oposición, teniendo en cuenta de que “desde el sector opositor al gobierno no se ha confirmado que vayan a aceptar los resultados oficiales”.