Las empresas turísticas en Galápagos se preparan para el desafío de mejorar la atención y para ello han buscado alianzas y su modernización, pero observando el respeto al ecosistema de las islas, en donde desde esta semana entró a funcionar completamente el primer aeropuerto ecológico del mundo: en Baltra.    

En los últimos 33 años, las cifras del Parque Nacional Galápagos sobre la evolución de la llegada de visitantes nacionales y extranjeros dan cuenta del incremento: ha pasado de 1.765 en 1979 a 180.831 en 2012 (ver gráfico). Es decir, creció en alrededor del 1.472% en tres décadas, por lo que, según sus habitantes, el turismo “se ha convertido en el motor de la economía insular”. Sin embargo, los planes de conservación han ido de la mano para evitar el impacto en el medio ambiente.

El anuncio de que entró a funcionar completamente el primer aeropuerto ecológico del mundo lo hizo el jueves pasado Ecogal, empresa que administra esta terminal aérea, la cual pertenece a la Corporación América, un grupo de origen argentino, uno de los mayores operadores aeroportuarios del mundo.

El anuncio se produce luego de que en diciembre del año pasado entró a funcionar parcialmente el aeropuerto, cuando aún faltaban los acabados, en los que se utilizó el material del antiguo aeropuerto. “El primer aeropuerto ecológico del mundo está listo y terminado”, señaló Ecogal a través de un comunicado. La nueva terminal se extiende sobre 6.000 m2 y en ella se invirtieron 24 millones de dólares.

En diciembre pasado, el argentino Ezequiel Barrenechea, presidente de Ecogal, le manifestó a la agencia EFE que “se trata del primer y único, por ahora, aeropuerto realmente ecológico y certificado Leed Gold, con edificios sostenibles desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos”.

De cara al reto de contar con el primer aeropuerto ecológico del mundo, algunas empresas turísticas de Galápagos optaron por fusionarse o modernizarse para mejorar el servicio. Así, por ejemplo, el 27 de febrero pasado se concretó la alianza estratégica entre Tip Top Travel y Lufthansa City Center, en Quito.

Allí, Enrique Wittmer, gerente  de la empresa Tip Tip Travel, que lleva 30 años en el mercado, destacó que la alianza se la hacía no solamente  observando el rédito económico y el desarrollo del sector, sino “teniendo en cuenta el respeto al ecosistema”.

Lufthansa City Center (LCC) es una organización internacional de agencias de viajes independientes, las cuales, al igual que lo hacen en otros países,  combinarán en el Ecuador -según Wittmer- la flexibilidad y competitividad de compañías autónomas bajo el paraguas de una marca mundialmente reconocida.

Según la Asociación Nacional de Empresas Turísticas en Galápagos, el turismo en el archipiélago es el motor y base de la economía insular. De acuerdo con lo que consta en un informe sobre la demanda turística en las islas realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Cámara Provincial de Turismo de Galápagos, el interés por conocer la fauna y la flora en las Galápagos hace que el turista (especialmente extranjero) se decida a visitarlas.

Con un promedio por estadía de 5 días, los visitantes ecuatorianos se quedan en las casas de amigos o familiares y son los que más consumen los servicios, según detalla el informe. En cambio, los extranjeros se quedan en hoteles y hostales en centros poblados, actividad que realizan como “complemento a un crucero navegable”, añade el informe. La idea, según las autoridades y el sector involucrado, es apuntalar el turismo en el país. El plan de estrategias de promoción en eventos internacionales llevó al Ecuador a obtener reconocimientos como “Mejor destino” de revistas especializadas como Lonely Planet y National Geographic Traveler.

El ministro de Turismo, Freddy Ehlers, dice que uno de los aspectos destacados sobre nuestro país, que deben tomar en cuenta publicaciones turísticas y de viajes, es el avance en los Derechos de la Naturaleza, estipulados en la Constitución.