Los precios de 524 medicamentos se mantendrán estables por dos años, como resultado del proceso de subasta inversa corporativa de medicamentos que cumple el Instituto Nacional de Contratación Pública (Incop), para atender al Sistema Nacional de Salud.

Durante este periodo, los hospitales públicos del país podrán requerir al Incop la compra de los medicamentos dispuestos en el cuadro básico del Ministerio. En esta lista están antibióticos, antiinflamatorios y medicinas para contrarrestar problemas gástricos, cardíacos y de diabetes.

El ministro de Salud, David Chiriboga, explicó que con esta iniciativa se pretende evitar variaciones en el costo y ahorrarle al país entre el 30% y 40% del presupuesto referencial previsto en 1.100 millones de dólares. Hasta las 14:30 de ayer el ahorro para el Estado era de   20 millones de dólares. 

“El precio se estandariza y cualquiera de las unidades puede hacer la compra según sus necesidades. Contamos además con un mecanismo para no hacer entregas al por mayor y así evitamos la caducidad de los medicamentos”, manifestó.

Agregó que los mismos proveedores se encargarán de la entrega en las instituciones que forman parte del Sistema Nacional de Salud (Ministerio de Salud Pública, Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas  e Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional).

El funcionario comentó que si bien el proceso está dispuesto para medicamentos genéricos, no se descarta que puedan darse casos en   que   los de marca ganen la subasta.

Raúl Martínez, director subrogante del Incop, explicó el mecanismo utilizado durante la “puja” que concluirá hoy en el complejo del Teleférico, en Quito, con la participación de 80 proveedores.

“A partir del viernes se negociarán los procesos que tienen una propuesta única”, señaló.
Sostuvo que la oferta más económica ganará la subasta y los productos pasarán a formar parte de una lista que estará en el portal de compras públicas.

Roque Moreira, subdirector del ISSFA, sostuvo que este proceso -que tomó más de un año en concretarse- es beneficioso para los afiliados. “La subasta inversa permite optimizar tiempo y recursos en beneficio de los afiliados”, indicó.

Como parte de una segunda fase del proyecto, el Ministerio de Salud realizará un control progresivo de la calidad de los medicamentos, a través del Instituto Nacional de Higiene, para verificar el nivel de cumplimiento.