Los demandantes ecuatorianos, a través de su abogado, Enrique Brouchou, interpusieron un recurso de reposición in extremis ante la Corte Suprema de Argentina, al considerar que esta interpretó erróneamente la sentencia de Ecuador para dar lugar al levantamiento del embargo que pesaba contra la petrolera Chevron.
Los afectados demandan al Estado argentino el cumplimiento de la Convención Interamericana para sobre Medidas Cautelares, e instan al Estado ecuatoriano a plantear acciones legales por no acatar el Tratado internacional. "Lo que vemos hasta hoy es el irrespeto a una sentencia legítimamente emitida en una Corte del Ecuador", señaló Pablo Fajardo, abogado principal de los demandantes.
"Para los ecuatorianos, sus abogados y un sinnúmero de analistas, juristas y miembros de organizaciones sociales tanto de Ecuador como de Argentina, que se han pronunciado públicamente en contra del accionar de la Corte de Justicia de ese país, existió un grave error al revocar la acción cautelar, bajo el argumento de que las medidas fueron tomadas sobre la base de la Teoría del levantamiento del velo y desestimación de la personalidad societaria, sin que los representantes de Chevron Argentina se hayan podido defender", indica el comunicado de la Unión de Afectados y Afectadas por las operaciones de la Petrolera Texaco.
Sobre este aspecto, los abogados de los ecuatorianos, aclaran que el pedido de la aplicación de la Convención sobre medidas cautelares se sustentó en el decreto de embargo emitido por el Juez ecuatoriano, bajo el principio de unidad del patrimonio "y ante la acreditación fehaciente e incontrovertida de que las sociedades afectadas pertenecían a Chevron Corp. en un ciento por ciento", según consta en el escrito que fue presentado ante la Corte Suprema de Justicia de Argentina.
Chevron fue sentenciada en dos instancias de la Corte Provincial de Sucumbíos a pagar más de 19.000 millones de dólares por daños ambientales.
La causa en Ecuador es por la contaminación al medio ambiente de la Amazonía entre 1964 y 1990 por Texaco, compañía que fue adquirida posteriormente por Chevron.